El gran vuelo de los pilotos
Decenas de aviadores escapan de España y se instalan en Asia. Vietnam Airlines acoge a muchos de los que perdieron sus trabajos en Air Comet y Air Madrid
No parece que se vaya a disipar pronto la borrasca que se ha instalado en el cielo español. Es un frente muy turbulento, así que, como en cualquier otro vuelo, no hay alternativa: hay que esquivar la tormenta y aterrizar en un aeropuerto alternativo. Claro que en este caso se necesita mucho combustible de reserva, porque la depresión no es atmosférica sino económica, y cubre todo el continente. Solo se puede tomar tierra con seguridad a varias horas de vuelo.
El sector de la aviación comercial en España está de capa caída, y no parece que vaya a remontar en breve. "Este es un sector muy sensible a la inestabilidad económica, que sufre sus consecuencias antes que ningún otro, y, tal y como está, parece que la crisis durará mucho más de lo esperado", comenta Carlos León. Hace ya un lustro que este madrileño abandonó su país natal y ahora es uno de los más de 70 pilotos españoles que están a los mandos de un aparato de Vietnam Airlines. En total, se estima que unos 300 trabajan fuera de nuestras fronteras.
Cobran entre 6.000 y 12.000 dólares y tienen dos de cada seis semanas libres
"Los cierres de Air Madrid, Air Comet y Futura, sumados a las reducciones de plantilla de Spanair, Swiftair y Vueling han dejado a muchos pilotos en el paro, y Asia se ha convertido en el continente que mejor los ha acogido". Vietnam Airlines, que este año ha contratado a unos 300 pilotos extranjeros, es la aerolínea que cuenta con un mayor porcentaje de profesionales españoles entre sus filas.
"Cada mes llega un Airbus nuevo, e incluso hay aviones parados sin tripulación. El crecimiento es tan rápido que no tienen capacidad para formar a tripulaciones locales. Así que, contratan a profesionales experimentados de todo el mundo que cuentan ya con las habilitaciones pertinentes -renovarlas cada cierto tiempo cuesta entre 3.000 y 5.000 euros- y las horas de vuelo necesarias para volar los aviones", cuenta León. Según Boeing, la región de Asia-Pacífico necesitará 9.000 nuevas aeronaves de aquí a 2030 y, lógicamente, a alguien que las comande.
Así, con más de la mitad del total de sus miembros, el de los pilotos es ya el colectivo más nutrido entre los españoles residentes en Ciudad Ho Chi Minh, la antigua Saigón. "Y vendrán muchos más", vaticina León, que actualmente está realizando el curso para ascender a comandante del ATR-72 que pilota, un puesto que compartirá con su hermano, empleado en la misma compañía después de haber pasado por Swiftair y Vueling.
Sin duda, en la situación actual merece la pena embarcarse en esta aventura. "En España el mercado está saturado y las condiciones laborales han caído en picado. Un piloto recién contratado cobra unos 2.000 euros, mientras que Vietnam Airlines ofrece un sueldo de entre 6.000 y 12.000 dólares mensuales (4.500-9.000 euros) con un plan de trabajo estupendo: dos semanas libres cada seis trabajadas, más tres meses de vacaciones y billetes pagados a Europa".
A pesar de ello, la mayoría de pilotos no han querido ser entrevistados por EL PAÍS porque, como explica Federico, nombre ficticio de uno de los que ha accedido a hablar bajo condición de anonimato, "muchos no se han inscrito en la embajada para continuar cobrando el paro en España o por razones fiscales de algún tipo". Y la situación no es exclusiva de Vietnam. "Algunos de los pilotos de Futura han acabado en Korean Air, otros en Emirates o Qatar Airways, y la mayoría tiene un ojo puesto en China, donde las condiciones todavía son mejores. Un comandante de un A-320 de Air China puede ganar 20.000 dólares al mes (15.000 euros)". Latinoamérica y África son dos territorios en rápido crecimiento que también han captado la atención de los aviadores españoles.
Pero no es oro todo lo que reluce. Si las condiciones económicas resultan más que apetecibles, estas esconden el hecho de que los pilotos están contratados a través de intermediarios y no tienen ningún derecho laboral. Además, los riesgos en las operaciones son superiores. "La mayoría de los aeropuertos de Vietnam fueron diseñados para operaciones militares, así que resultan bastante complicados y muchos no cuentan con sistemas avanzados de ayuda a la navegación", explica Carlos León, que anteriormente estuvo trabajando en Ghana. "Y la comunicación con el personal local, sobre todo el de tierra pero a veces también con el piloto, es complicada. No se trata solo del idioma, que también, sino de los procedimientos. Menos mal que el carácter vietnamita es similar al español, más desenfadado. Los anglosajones lo pasan peor", bromea León.
Eso sí, conscientes de que ni siquiera los vietnamitas volarían con el pobre historial de seguridad que tenía la compañía cuando operaba antiguos aparatos rusos, Vietnam Airlines se ha propuesto seguir el camino abierto por China y ha invertido ingentes sumas de dinero en nuevos aparatos -tiene pedidos para Airbus A-350 y Boeing 787 Dreamliner- y en mantenimiento, donde también tiene a ingenieros extranjeros en plantilla. "Además, el ingreso hace poco en la alianza Skyteam es un acicate para mejorar los estándares de servicio y de seguridad", apunta el madrileño.
"No hay duda de que Asia es el futuro", afirma Federico. "España está muerta, solo es un buen lugar para jubilarse, y Europa tiene poco espacio para crecer. Spanair está en una situación insostenible y su quiebra es más que posible. Así que muchos pilotos se van a quedar en la calle. Vietnam Airlines continuará contratando, el año que viene quizá a 100 más, y lo mismo harán otras aerolíneas asiáticas. Es una buena opción para hacer carrera".
Así lo entiende la mayoría de quienes han llegado a Saigón para volar. "En general somos jóvenes y venimos sin familia. Nos gustaría volar en España, incluso en peores condiciones, pero no es posible", añade otro de los pilotos. Todos aseguran que hasta un comandante de Iberia se ha interesado por el trabajo en Vietnam, "y eso que es difícil vivir mejor que ellos".
No obstante, León considera que la situación no durará siempre. "Lógicamente, los asiáticos quieren volar con sus propios pilotos, que resultan más baratos. Pero mientras el crecimiento económico y la expansión del sector se mantengan, los aviones vayan tan llenos que hasta se está barajando la posibilidad de introducir el A-380 en la ruta entre Saigón y Hanoi, y el desarrollo en general sea superior a la posibilidad que tiene la sociedad de asimilarlo, nos van a necesitar", zanja.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.