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Entrevista:LAURA GALLEGO | ESPECIAL LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL

"La imaginación es un músculo como otro cualquiera y hay que desarrollarlo"

Amelia Castilla

Laura Gallego (Quart de Poblet, Valencia, 1977) tiene ojos de niña un poco asustada. De su aspecto, tan sobrio que ni la gargantilla de arabescos en plata destaca entre la camisa azul plomo, y la timidez con que se expresa no se deduce que nos encontramos ante una exitosa escritora de best sellers, una de las creadoras de esa nueva épica, que mezcla aspectos de la Edad Media con las leyendas y la fantasía que tanto les gusta ahora a los chicos. Su trilogía Memorias de Idhún, publicada entre 2004 y 2007, todavía se mantiene como uno de los títulos de referencia junto a las novelas de Harry Potter, Manolito Gafotas o El Principito. Hace apenas unas semanas, recién llegada a Madrid desde Valencia, la ciudad donde vive, irrumpía, respirando hondo, en la rueda de prensa, en un hotel de Gran Vía, donde se presentaba su novela Donde los árboles cantan, como si enfrentarse a una veintena de periodistas tuviera mayor dificultad que convertirse en una de las autoras de referencia de la nueva literatura infantil y juvenil. A los 34 años, esta escritora ha publicado 30 libros, ha sido traducida a 16 idiomas y ha vendido más de un millón de ejemplares. Juicios críticos aparte, ella ha conseguido lo que casi todos los escritores desean, un público fiel.

Donde los árboles cantan es la suma de dos historias. La primera, protagonizada por un muchacho de pelo naranja y piel moteada, que procede del gran bosque y que no sabe valerse por sí mismo, dormía entre los documentos de su ordenador sin acabar de tomar forma. La otra surgió mientras estudiaba. Gallego, licenciada en Filología Hispánica, lleva años preparando la tesis sobre el libro de caballerías Belianís de Grecia de Jerónimo Fernández. Fue en una de esas jornadas de concentración en el estudio cuando encontró la mecha de la que nació el personaje que dio forma a su nueva novela: "Se trata de un libro moderno pero escrito desde el punto de vista de un hombre; muchas aventuras en las que participan las mujeres me encogían el alma. Pensaba que si yo hubiera escrito esa historia, las doncellas hubieran tomado partido. Ahí mismo nació Viana, una joven ingenua y sin experiencia en asuntos de hombres que, acompañada de su hábil e inteligente nodriza, conseguirá escapar a su destino fatal", cuenta, horas después de la presentación del libro que acabó abruptamente ante la imposibilidad de entenderse por los gritos, procedentes de la calle, de un grupo de manifestantes de una empresa en quiebra. Ahora, con la tranquilidad recobrada y ante una botella de agua, Gallego recrea los bocetos previos de una novela que a las pocas semanas de ponerse a la venta ya lleva 20.000 copias despachadas. La editorial SM ha realizado una supertirada para los tiempos que corren, 60.000 ejemplares, que aguarda impaciente en las librerías el momento regalo que suponen las Navidades.

Viana, la protagonista de Donde los árboles cantan, educada para convertirse en la perfecta esposa y desposarse con su amor de infancia, un caballero del reino de Nortia, ve con dolor cómo su destino cambia para siempre cuando los bárbaros del Norte invaden el reino. Hasta aquí el argumento no puede ser más típico, se habrán escrito incontables novelas con esa base que, en su origen, podría ser la caída del Imperio Romano, pero la novela de la autora de Crónicas de la torre salta de la aventura inicial a convertirse en un relato fantástico en el momento en que la protagonista, que ya se ha quitado los vestidos de damita y se ha cortado la melena, conoce a Uri, un personaje salido del gran bosque y que procede de un lugar mítico donde los árboles cantan. De lo épico se pasa a lo dramático y ambos luchan juntos por cambiar el destino de los suyos, apoyados en el camino por un nuevo maestro: Lobo, un renegado que vive desterrado en los confines del reino, un montaraz con una sola oreja del que se cuentan muchas historias sobre cómo perdió la otra.

Existen tantos argumentos como novelas. "Son muchas las historias de iniciación que conocemos a través de los cuentos populares y, en cierto modo, todas se parecen, se trata de temas universales y por eso gustan tanto, como la trascendencia del amor y su educación sentimental. Antes, en las sociedades primitivas a los niños se les sometía a rituales de iniciación para hacerse hombres", dice la escritora, cuyos seguidores buscan en sus libros una Edad Media idealizada y donde valores como el amor cortés, la idea del honor o la búsqueda de algo oculto permitirán a los protagonistas, normalmente adolescentes que viven en un mundo que no les gusta, ir por ahí "enderezando entuertos".

Gallego leyó La historia interminable con 8 años y El señor de los anillos con 13, libros que ella no duda en recomendar para todas las edades. "Cuando empecé a escribir, los talibanes del género juvenil, donde imperaba la novela realista, me miraban como si no escribiera cosas serias". Lo cuenta sin ningún resquemor. Años después, el género sigue ganando batallas. De hecho, a Gallego le sigue un nutrido grupo de lectores que se identifica con su idea de la amistad, su valor para luchar por lo que quiere y hasta su poder para salvar el mundo, un mundo, eso sí, con varias lunas y soles, habitado por elfos, dragones, unicornios y donde no falta la brujería. Las firmas de sus libros se convierten en tal guirigay que se han visto obligados a limitar la firma a un único ejemplar. A través de las redes sociales sus lectores se mantienen conectados. A los que desean ser escritores y le piden consejo les recomienda que perseveren. "La imaginación es un músculo como otro cualquiera y hay que desarrollarlo".

En el tiempo que le deja libre su pequeño bebé, la tesis y los libros, busca acercarse físicamente al sector. No hace mucho viajó a la ciudad sevillana de Dos Hermanas para participar como ponente en el congreso sobre literatura fantástica, que este año tenía como lema "donde los mundos se unen". No acudió, sin embargo, al III Encuentro Idhunita, que se celebró en Madrid en octubre.

Pionera en crear comunidades de lectores, opina que, como casi todo, tiene ventajas e inconvenientes. "Lo mismo te ponen a caldo que te recomiendan lecturas. Hablo de chicos de 12 o 13 años que van muy bien informados y que se comunican entre sí. Ya no basta con ir a las librerías, ahora leen en inglés y siguen los blogs literarios, normalmente se enteran de todo antes de que lleguen los títulos a las mesas de novedades. Ahora es la editorial la que mira lo que sucede en esos foros de opinión. Diría que tenemos unos lectores objetivos a los que todos quieren captar; antes eran los padres o los profesores quienes buscaban contenidos para los chicos, pero ahora los eligen ellos personalmente". Literatura juvenil, en su opinión, es la que los jóvenes leen. "Tengo 34 años y escribo porque me siguen, ellos tienen todo el derecho a elegir. ¿Qué sentido tiene despreciar sus gustos?". Lo dice muy bajito, sin apenas levantar la voz. Sus lectores le recomiendan libros y ella los lee. Hace un par de años cayeron en sus manos las aventuras de Sherlock Holmes. Hasta entonces no conocía a Conan Doyle y ahora no puede creer que unos textos tan actuales tengan más de cien años.

Donde los árboles cantan no tendrá segunda ni tercera parte, como historias anteriores de esta autora. "En Estados Unidos los autores juveniles escriben hasta que el lector se cansa. Funcionan sagas interminables y trilogías de gran éxito, pero muchas veces se trata de imposiciones de los editores porque los chicos cuando se encariñan con un personaje siempre quieren más". Ese no parece ser su caso. Hasta ahora se ha negado a ceder los derechos de sus obras para el cine. "No me gusta el resultado de algunas películas como Crepúsculo, al final el personaje creado por el cine se apodera del literario. Harry Potter siempre tendrá la cara de Daniel Jacob Radcliffe. El autor se mantiene en contacto con los lectores y ellos saben que soy la responsable de todo lo que se mueve en torno a mis personajes". De momento, solo ha aceptado que se versione el mundo mágico de Idhún en cómic, pero adaptado por Andrés Carrión, su pareja.

Donde los árboles cantan. Laura Gallego. SM. Madrid, 2011. 480 páginas. 14,95 euros. Allà on el arbres canten. Traducción de Coral Romà. Cruïlla. Barcelona, 2001. 480 páginas. 14,95 euros. www.lauragallego.com.

La literatura juvenil es la que los jóvenes leen, afirma Laura Gallego.
La literatura juvenil es la que los jóvenes leen, afirma Laura Gallego.SAMUEL SÁNCHEZ

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