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Reportaje:

Durango recibe a 135.000 visitantes

La Feria del Libro y el Disco Vascos cierra su 46ª edición con un balance positivo

"La creatividad no está en crisis", decía ayer el director de la Feria del Libro y el Disco Vascos de Durango, Jon Irazabal, en medio de un recinto abarrotado de público en la hora punta de mediodía de la jornada de clausura. La organización de la feria calcula, con ayuda de las cámaras instaladas por vez primera en los accesos al pabellón de Landako, que cerca 135.000 personas visitaron la feria en los cinco días que estuvo abierta al público. El resultado colma las expectativas de una feria que arrancó el pasado domingo ensombrecida por las amenazas de la crisis económica, los cambios en los hábitos de consumo cultural y el desvio de la demanda hacia Internet. La 46ª edición de la Feria de Durango cerró ayer sus puertas con un balance positivo: la afluencia de visitantes fue masiva, similar a los años anteriores, las editoriales y las discográficas cumplieron sus previsiones de ventas y el público respondió a la nueva oferta de actividades audiovisuales, teatrales y nuevas tecnologías.

"La feria muestra la riqueza de la creación en euskera", dice la organización
El teatro y los audiovisuales han recibido una buena acogida
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"No queremos que el cambio que viene nos pille desprevenidos"

"La feria ha demostrado la riqueza de la creación en euskera y el público que tiene ganas de nuevas experiencias y estilos variados. Sigue siendo el punto de encuentro de quienes creemos en la cultura vasca", destacaron Irazabal y la presidenta de la asociación cultural Gerediaga, Nerea Mujika, organizadora de la feria. La feria contó con 138 expositores, entre editoriales, discográficas, asociaciones culturales e instituciones que ocuparon 274 stands, nueve menos que en la anterior edición. La oferta de novedades superó las 400, en su mayoría libros. Gran mercado en el que los habituales han detectado un cambio de costumbre de compra, con una tendencia a la reducción del número de ejemplares que se lleva cada cliente, pero también programa cultural. Este año Galicia fue el invitado, con el músico y escritor Antón Reixa en la conferencia de apertura. En palabras del director de Culturgal, una entidad que agrupa a distintos gremios culturales gallegos, "es un ejemplo a seguir por su perseverancia y por la fidelidad del público". "Han sentido envidia sana de la actividad de la feria de Durango", explicó Irazabal.

"La literatura y la música vascas tienen mercado, a día de hoy venden", recalcó Irazabal. Las editoriales, aunque satisfechas con el nivel de ventas que habían alcanzado, no facilitan datos concretos de facturación.

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En 2010 el cálculo global apuntó a una reducción en las ventas entre el 5% y el 10% respecto a la facturación del año anterior. Para la edición que se cerró ayer se apuntaba a una ligera bajada. A falta de saber lo que ha entrado en caja, desde la organización destacan la afluencia de visitantes, que tuvo su pico más alto el pasado martes, con la entrada de 40.000 personas en el recinto a lo largo de la jornada. Durango se esfuerza por estar al día en nuevas tecnologías y cuenta también las visitas virtuales a través de su página web: más de 23.000 usuarios que han dedicado una media de tres minutos por entrada y en el 7% de los casos lo han hecho a través del móvil.

La organización destacó la acogida de las nuevas experiencias puestas en marcha este año. Szenatokia fue el espacio de las actividades teatrales. Con las lecturas dramatizadas la feria entró en un género apenas trabajado en euskera en los últimos años. "Ha sido positivo recuperarlo", valoraron.

El compromiso de la organización es ofertar un programa más elaborado en la próxima edición. El maratón de teatro fue un proyecto piloto que destacó por su capacidad de atraer al público joven.

La creación audiovisual se estrenó en la feria bajo la denominación de Irudienea. "Ha sido plaza y placer", dijo Irazabal. "Se ha creado una plaza a los creadores vascos, además de impulsar la normalización del euskera, y ha sido un placer poder hacerlo desde la Feria de Durango". Con Irudienea la organización quiere cubrir la ausencia de salas de proyección en localidades pequeñas y el escaso porcentaje de cine en euskera en las salas comerciales. "Se ha convertido en un pequeño espacio muy grato para creadores, público y agentes que trabajan por el impulso del cine en euskera", añadió. "Se ha conseguido que Irudienea sea un punto de encuentro para que creadores y público interactúen e intercambien opiniones". En total, una veintena de realizadores han pasado por la feria para presentar sus trabajos.

La entrada de la feria en el ámbito de Internet y las nuevas tecnologías se ha agrupado bajo la etiqueta Kabi@. Una aplicación para teléfonos móviles ha permitido por vez primera conocer los contenidos y actividades de la feria. En este ámbito la feria sirvió de marco de celebración del décimo aniversario de la Wikipedia en euskera. Una treintena de personas participaron en la creación de 37 nuevos artículos con lo que la organización de la feria pudo ayer presumir de haber contribuido a que la Wikipedia vasca superara los 107.000 artículos.

Irazabal se despidió ayer de la tres décadas de trabajo en la dirección de la feria dando las gracias emocionado a todos los que le han acompañado en el camino que ha llevado desde los puestos instalados en el pórtico de la iglesia de Santa María al moderno pabellón que ahora ocupa. La presidenta de la Asociación Gerediaga le entregó un regalo sorpresa: un lector de libros electrónicos.

En el pequeño aparato el nuevo director de la feria, Aiert Goenaga, vio un símbolo del cambio que se avecina en la industria editorial y discográfica. Mujika destacó que Gerediaga trabaja ya en diseño de la feria del futuro. Más allá del revulsivo que supondrá el nombramiento de un nuevo director, la asociación ha reorganizado la organización interna con la creación de grupos de trabajo por áreas para analizar su adaptación. "La azoka será la plaza de la creación cultural vasca", subrayó. "Y hará que este gran mercado sea también una gran fiesta".

Goenaga imaginó que la feria cumplirá los 50 años de vida manteniendo su carácter multitudinario y abierta a la entrada de nuevas disciplinas, como el cómic o la danza, como este año se ha abierto al teatro y los audiovisuales. Las cámaras instaladas este año por vez primera en los accesos permiten contar con datos fidedignos sobre la entrada de visitantes. La afluencia de público, precisó Goenaga, no es el único indicador a tener en cuenta en una feria madura. "Yo pienso que antes de que vengan 150.000 y queden a disgusto, es mejor que 120.000 salgan a gusto. La intención es ofrecer actividades que lleguen a todo el mundo", explicó.

Los éxitos de venta

Entre las novedades que han atraído a los compradores destaca la última novela de Harkaitz Cano, Twist (Susa), con la que ha puesto fin a seis años sin publicar ficción. Otro libro de éxito en la feria ha sido Narrazio guztiak (Elkar), una recopilación de relatos del escritor Joseba Sarrionaindia, el último Premio Euskadi de Ensayo, expreso de ETA fugado de la carcel de Martutene en 1985. Entre los discos con mejor acogida destacan el recopilatorio de temas del País Vasco francés Baionatik Bilbora, y Hodeien azpian, de Ruper Ordorika, ambos editados por Elkar.

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