Moliner gasta casi tanto en cargos y asesores como en municipios

La Diputación de Castellón aprobó ayer, con los únicos votos del PP, los presupuestos para 2012, que ascienden a 116 millones de euros y suponen una reducción del 9% respecto a las actuales cuentas. El Ejecutivo provincial alardeó de austeridad y ahorro, pero destinará 2,7 millones a los sueldos de los órganos de Gobierno y asesores, cuando tiene previsto gastar 3,1 millones en los municipios a través de los planes de obras y servicios. El PSPV y el Bloc, en la oposición, criticaron las "prioridades" del PP y advirtieron de que las "escasas" inversiones impedirán "reactivar" la economía.

Es el primer presupuesto sin Carlos Fabra en la presidencia de la Diputación de Castellón desde 1995, pero su sombra y el amplio "aparato clientelar", como lo definió la oposición, planearon en numerosas ocasiones sobre el debate, y quedaron reflejados en las cuentas. Ya al principio de su alocución, el vicepresidente Miguel Barrachina, encargado de defender la posición del Partido Popular, alabó la "muy buena situación" económica "recibida de Carlos Fabra". Una situación que permite a la institución provincial que ahora dirige Javier Moliner pagar en menos de dos meses a los proveedores, "no tener facturas en el cajón" y amortizar el año que viene 10,7 millones de deuda.

El responsable de la institución tendrá el mismo sueldo que su antecesor

El portavoz del PP se jactó de la reducción "en un 10%" del gasto corriente y del recorte en personal, con 20 trabajadores menos el año próximo. Pero no se tocará a ninguno de los asesores heredados de Carlos Fabra. Las bajas se producen por jubilaciones de funcionarios y Moliner mantendrá la plantilla de 32 cargos eventuales, de los que 28 corresponden al Ejecutivo provincial con un coste de 960.000 euros anuales. Los sueldos del equipo de Gobierno tampoco sufren recortes y el presidente seguirá siendo uno de los cargos mejor pagados de España con un salario de 90.000 euros al año. Más que el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, o que su homónimo en el Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

El portavoz socialista, Francesc Colomer, criticó la "invisibilidad" de la Diputación porque las cuentas suponen una disminución "del 60%" en ayudas a los municipios, y un recorte del 65% en carreteras. Censuró que equipos como el Playas de atletismo reciban una subvención de 300.000 euros, mientras que se destinan 20.000 a la lucha contra el alzhéimer. Colomer también lamentó que siga la inmobiliaria pública Vicasdi, creada por Fabra, pese a su nula rentabilidad y que "cuatro municipios del PP" reciban "más dinero que el resto". Barrachina le recordó que Morella, localidad gobernada por el PSPV, era la más beneficiada con una inversión de 500.000 euros.

El portavoz del Bloc, Enric Nomdedéu, solicitó que durante el año que viene se incremente la partida en ayudas regladas a los municipios, que "solo representan" el 9% del total. Pidió "racionalidad" al PP para poner a la Diputación "al servicio de la economía" con el objetivo de crear empleo, en lugar de "la economía pública" en beneficio de los "políticos espabilados".