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Entrevista:AUGUSTO CÉSAR LENDOIRO | Presidente del Deportivo | FÚTBOL | La crisis de los clubes

"Hay que hablar con el Gobierno"

Si alguien ve de madrugada una luz sobre la playa de Riazor, es probable que alumbre a Augusto Joaquín César Lendoiro (Corcubión, A Coruña; 1945), noctámbulo y referencial personaje del fútbol español en las últimas dos décadas. "Llevo 51 años como presidente de clubes de fútbol. Algo habré aprendido...", presume. El descenso del equipo a Segunda en una situación económica delicada parece ponerle contra las cuerdas, pero hasta desde ellas se revuelve para lanzar envites al más alto nivel: "La deuda del fútbol tiene que solucionarse hablando con el nuevo Gobierno".

Pregunta. ¿Vivió el descenso como un fracaso personal?

Respuesta. Lo viví con naturalidad. Nunca fui triunfalista en los mejores momentos ni pesimista en los más duros. He visto y pasado por todo.

"No es solo un problema de derroche de los clubes. Hace falta un consenso"
"Cuando bajas a Segunda los jugadores siguen con sueldos de Primera"

P. ¿Es imperativo subir a Primera para la pervivencia del club?

R. Es el único objetivo.

P. ¿La situación económica?

R. Complicada, pero como la de todo el fútbol español. Si no hay una mesa a la que se siente todo el mundo para estudiar la problemática real, será difícil encontrar soluciones sin poner parches. Y me refiero al Gobierno, a la AFE, a la Liga, a los clubes... Los problemas económicos solo se arreglan con decisiones consensuadas.

P. ¿Le parece el momento adecuado de pedir al Gobierno que entre en ese consenso?

R. Sí. Ya fue un error, no sé si de la parte deportiva o de la política, no haberlo propiciado antes. La crisis es general y el fútbol no puede ser menos en la búsqueda de soluciones. Y hablo de deuda con Hacienda y la Seguridad Social, pero también del Estado con el fútbol por la situación de las apuestas, la quiniela o el partido en abierto, que son derechos que no se perciben y que nos limitan.

P. Los políticos no han provocado el derroche de los clubes.

R. Seguramente no sea un problema de derroche y sí de que, en cualquier esfera económica, estar situado en el 17º o el 21º puesto del escalafón genera una situación muy similar y en el fútbol es diferente. Si desciendes, estás condenado a una situación económica sin solución y o se piensa en eso, con un sistema más parecido al inglés, en el que los clubes que bajan tiene apoyo económico durante tres o cuatro años, o un descenso puede determinar el hundimiento de un club. Los jugadores no dejan de cobrar sueldos de Primera y los derechos de televisión pasan de un 100% a un 10%.

P. Este año, por primera vez, hay una compensación por el descenso. ¿La ha cobrado el Deportivo?

R. La estamos empezando a cobrar. Es un primer paso en esa dirección, pero hay clubes que han aportado al fondo y otros no.

P. ¿Por qué en la Liga no armonizan intereses si hay tantas quejas, si ustedes nombran al presidente y marcan la hoja de ruta?

R. Hay una problemática que muchos creen que no les afecta.

P. ¿Hasta dónde están dispuestos los clubes a aceptar la perversión que implica la dictadura de una televisión? Los aficionados no están contentos, los estadios se vacían... ¿Vale todo?

R. Lo evidente es que para muchos es el único ingreso importante. La consecuencia es que hay que recomponer la situación del socio y el aficionado. Su aportación pasa de ser ingreso típico a atípico y debemos acompasar los precios a los momentos actuales. Me llama la atención que haya clubes que crean que el futuro es cobrar 200 euros cuando reciben al Madrid o el Barcelona.

P. ¿Han reducido costes de plantilla debido al descenso?

R. Muy poco. Para eso está el fondo de compensación. Ningún jugador se ha bajado el sueldo ni se lo hemos pedido porque están en su derecho de no hacerlo. Yo sí lo hago desde hace siete años porque baja el presupuesto del club [cobra el 1%].

P. ¿Qué pasará en el Deportivo después de Lendoiro?

R. Lo vital es que cada año suba, por término medio, un jugador desde la cantera.

P. ¿Pero es obligación o devoción? Cuando quiso resultados, fue a por Mauro Silva y Bebeto.

R. Hay que ser realistas. Ahora te echan en cara la deuda, pero han existido años de grandeza. Luego, descendimos del nivel Champions y de Primera a Segunda. Un descenso te deja en gravísimo riesgo, máxime en una ciudad pequeña.

P. No podría quedarse con Fran como hizo en su día.

R. Fran, a los 18 años, firmó, mal asesorado, un contrato con el Madrid del que no tenía ni copia del documento. Tuvimos que recomprarlo y casi cubrimos ese coste con un partido amistoso. Pero Fran no tuvo luego ofertas para salir del Depor. El único por el que tuvimos fue por Manuel Pablo. Una del Madrid. Primero, por él solo; luego, con Molina.

P. ¿Es irrepetible un Superdepor en A Coruña o en cualquier pequeña ciudad española?

R. Muy complicado si no hay una aportación económica excepcional por encima de los recursos de la ciudad.

P. ¿Qué hubo de casualidad en aquel milagro?

R. Poco. Yo esperaba llegar a ganar la Liga. En aquel momento aún, con imaginación o suerte, podías pensar en los milagros. Y se produjeron. Conocíamos bien el fútbol español y armamos un equipo de ensueño, no de retales. Bebeto y Mauro eran internacionales brasileños que costaron, entre ambos, tres millones de euros. Eso, hoy, es inviable.

P. ¿Su mejor recuerdo?

R. El ascenso a Primera en 1991. Fue la ilusión de 20 años, de gente que a los 30 no había visto jugar al Deportivo en Primera. Entonces me cazó un fotógrafo bailando subido en la barra de un bar. Esta temporada espero volver a celebrar otro ascenso como no he celebrado otros títulos.

P. ¿Recuerda más el centenariazo, el triunfo sobre el Madrid, que celebraba sus 100 años de historia, en la final de la Copa y en el Bernabéu en 2002, que la Liga ganada en 2000?

R. Posiblemente, porque quedará para la historia del Deportivo, pero también para la del Madrid y el fútbol español. Mi buen amigo Florentino [Pérez] se olvidó de felicitarme durante un buen rato. Son de esos días que no deberían acabarse nunca... Estaba fastidiado Florentino, sí, pero el equipo salió a prepararse y vio a 25.000 deportivistas en la grada y el resto del estadio vacío. Para el Madrid era un partido más. Para nosotros, único.

P. Lamenta la falta de apoyos. ¿Se debe a una cuestión de piel con los que mandan?

R. Muchas veces no hubo feeling, pero desde siempre, y cada vez más, tenemos el apoyo de la ciudadanía. No el de los grupos importantes, que quizás no se dan cuenta de la importancia del Depor. Un estudio de la Universidad de Vigo, y no es dudoso por ello, asegura que un 78% de los gallegos dicen que somos el equipo que mejor les representa.

P. El suyo es un club con una estructura mínima. Sorprende conocerlo por dentro.

R. El objetivo es que jugadores y técnicos estén muy bien atendidos. No entiendo por qué un club, salvo los grandísimos, debe tener tanta parafernalia. ¿De dónde vienen los ingresos? De los socios, las taquillas y, sobre todo, la televisión. Para la actividad publicitaria puedes tener un pequeño grupo que capte recursos. No hace falta mucho más personal que el de la limpieza y la jardinería. ¿Dónde gasto el dinero? En quienes compiten.

Augusto César Lendoiro.
Augusto César Lendoiro.XURXO LOBATO

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