Los partidos niegan el desbloqueo de la FAMP
Cada vez que la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) hace un movimiento para salir del atasco en el que se encuentra -no ha conseguido renovar sus órganos conforme a los resultados de las elecciones locales de mayo-, los partidos comienzan a tirarse los trastos a la cabeza. La permanente de la ejecutiva, compuesta por seis miembros de las cuatro fuerzas políticas, consiguió el pasado jueves romper el bloqueo y abrir un nuevo espacio para el acuerdo, en una cordial reunión celebrada en Antequera (Málaga).
Pactaron unos ejes básicos para el consenso, como la redacción de una ponencia política en la que se redefina el papel de este organismo, así como un gobierno compartido, en el que el PP ocuparía la presidencia los primeros dos años y los socialistas, los otros dos. En este gobierno también tendrían cabida IU y PA.
Fue un principio de acuerdo, pendiente de nuevos contactos. Pero ayer los miembros de la FAMP no hablaron, fueron sus partidos, y para acusarse unos a otros de afán de protagonismo. El coordinador de IU, Diego Valderas, censuró a populares y socialistas el haber puesto encima de la mesa "un gran reparto del poder, y que a Izquierda Unida le den morcilla". El senador del PP Rafael Salas dijo que el PSOE "no asume la raíz de la democracia y la tradición en la FAMP, que es que el partido más votado es el que la preside". Y el portavoz parlamentario socialista, Mario Jiménez, recriminó a PP e IU por su "idilio" de futuros gobiernos compartidos.
El miembro de IU que estuvo en la permanente de la FAMP, alcalde de Villanueva de Algaidas (Málaga), José Cabrera, aclaró ayer que sí hubo un acuerdo sobre la hoja de ruta.
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