De Bin Laden a la prima de riesgo
Durante años Bin Laden ha aparecido periódicamente en los medios de comunicación con mensajes que parecían inspirados en Fu Manchú. Asesinado este señor era necesario buscar un digno sustituto: los pueblos necesitan un buen "hombre del saco" que los paralice ante los abusos y expolios del poder. Así, muy poco después de considerar agotado y exprimido el modelo de sacamantecas de la última década, alguien tuvo una genialidad: la prima de riesgo (hay que reconocerlo, al que se le ocurrió merece que se le levante una estatua ecuestre). Original, sencillo, desconocido: igual que Bin Laden, pero mejor, pues llegado el momento no hay que molestarse en asesinar a nadie. En fin, qué aburrido empieza a ser todo.
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