Tres aspirantes al rectorado de Málaga

Un total de 40.670 miembros de la comunidad universitaria malagueña, deben decidir hoy en las urnas si vuelven a confiar en Adelaida de la Calle, que aspira a un tercer mandato como rectora, o apuestan por el cambio que asegura representar el catedrático de Comunicación Audiovisual Miguel de Aguilera, candidato por primera vez, o se suman a la tercera vía del catedrático de Filología Francesa Ricardo Redolí, que ya optó hace ocho años.

El sistema de votación está ponderado según el sector, así que los votos de los profesores doctores (1.373) representan el 55%, mientras que el de los alumnos (36.398) solo el 25% y el de los docentes e investigadores y el personal de servicio un 10% cada sector. El candidato que obtenga el 51% de los votos será proclamado rector. De no alcanzarse este porcentaje, se celebrará una segunda vuelta el día 16.

De la Calle (Madrid, 1948) necesita la reelección para mantenerse como presidenta de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), nombrada hace un mes. Entre sus propuestas destaca impulsar la carrera docente e investigadora "favoreciendo la retención y atracción de talento y mejorando las condiciones laborales"; destinar "más fondos a becas, potenciar las prácticas del alumnado e impulsar el emprendimiento" y optimizar los recursos "manteniendo la inversión en investigación e infraestructuras pero con un plan de reducción del gasto corriente".

Miguel de Aguilera (Madrid, 1956), que durante siete años ha sido estrecho colaborador de De la Calle como director de Comunicación de la UMA, aspira a recuperar "la falta de liderazgo académico" que en su opinión padece la institución. De Aguilera, que promete una gestión "más transparente", propone "volver a limitar el cargo de rector a ocho años" y desarrollar una política económica que "minimice los gastos institucionales y maximice las inversiones productiva, con una investigación muy vinculada a la transferencia de conocimiento".

Ricardo Redolí (Málaga, 1945) propugna dotar a la UMA "de una imagen exterior que tenga credibilidad". Dirige al alumnado propuestas como "equiparar el precio de los créditos de libre configuración de la enseñanza reglada con los de instituciones dependientes de la UMA", e impulsar la figura del "alumno inspector" para que controle la asistencia del profesorado a clase.