Sin fronteras con Portugal

Bibliotecas, instalaciones deportivas o piscinas climatizadas son algunos de los servicios que actualmente pueden disfrutar los ciudadanos que forman parte del proyecto bautizado bajo el nombre de Eurociudad Chaves-Verín. Este marco de colaboración entre territorios nació fruto del lazo que históricamente siempre ha unido a ambos municipios y tiene como fin crear un espacio común de convivencia e intercambio de servicios entre las dos regiones de Galicia y Portugal, dejando así a un lado la linea imaginaria que actúa como frontera.

"La idea era desenvolver estructuras institucionales que fortaleciesen la relación de ambas ciudades", explica Pablo Rivera, secretario técnico del proyecto. Fue en 2008 cuando los dos territorios decidieron, tras la entrada de Verín en el Eixo Atlántico, dar los primeros pasos para crear un modelo de cooperación transfronteriza que redujese al máximo la barrera geográfica de 22 kilómetros que separa las localidades ourensana y portuguesa. Rivera señala que una de las principales motivaciones para desarrollar el proyecto Eurociudad fue atajar alguno de los problemas que amenazan por igual a ambos municipios, como la preocupante sangría demográfica en el interior de Galicia o la necesidad de reactivar la actividad económica de las dos regiones. "Intentamos que la gente vea esta zona como un lugar atractivo para vivir; que se asienten aquí y no se vayan", sostiene.

El territorio reúne el mayor número de acuíferos de toda la península

"Queremos que la gente vea que es una zona atractiva y se asienten aquí"

No obstante, esta iniciativa va más allá de un simple acuerdo institucional para favorecer a ambos territorios. La Eurociudad Chaves-Verín es la constatación oficial del vínculo existente entre las dos poblaciones, ya que además de la proximidad geográfica, siempre han estado unidas por la importancia que ha tenido el aprovechamiento del agua en la zona. "Se trata de un espacio que concentra el mayor número de acuíferos a lo largo de toda la Península Ibérica", indica el que fue uno de los principales artífices del proyecto, al tiempo que recuerda que apoyándose en esta idea se creó la marca Eurocidade da Auga para bautizar esta inciativa.

El turismo termal se ha convertido en uno de los principales reclamos para los visitantes de la zona y a su vez en el objeto de deseo de los residentes en Verín y los municipios colindantes. Desde hace unos meses, el Ayuntamiento ourensano ha detectado que después de la apertura del plazo de matrícula en las piscinas climatizadas fueron muchos los que aprovecharon para censarse en alguna de las dos ciudades con el fin de obtener descuentos en el servicio y posteriormente darse de baja. "Notamos que había gente que se empadronaba en Chaves o Verín solo para disfrutar de determinados privilegios y luego volvían a inscribirse en sus ayuntamientos de origen", asegura Pablo Rivera. La diferencia de precio es de apenas seis euros, ya que mientras que los eurociudadanos pagan 22,60 euros por disfrutar de dichas instalaciones, los foráneos deben abonar hasta 28,30. Según el Ayuntamiento de Verín, fueron más de un centenar de personas los que efectuaron la picaresca en la pasada temporada. Para acabar con esta triquiñuela, el alcalde de la ciudad ourensana, Juan Manuel Jiménez Morán, explicó que los empleados municipales se encargarán de revisar todos los meses el padrón de habitantes, al tiempo que se agilizarán los trámites para obtener la tarjeta de eurociudadano, necesaria para poder acceder a las instalaciones.

El carné incluye todos los datos para identificar al usuario, lo que reduce la posibilidad de posibles fraudes por parte irregularmente de aquellos que figuran en los censos de Chaves o Verín. "No se trata de prohibirle la entrada a nadie, pero será necesario presentar la acreditación para prevenir engaños", aclaran desde el consistorio ourensano.

Los responsables de la Eurociudad subrayan que el proyecto aspira a seguir creciendo a pesar de la crisis porque "la colaboración entre los dos territorios está en un punto que no se puede frenar". A pesar de todo, la asignatura pendiente de la iniciativa sigue estando en el ámbito de la salud. Después de las reuniones entre la conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, y el entonces secretario de Estado de Salud portugués, Manuel Pizarro, la idea de compartir infraestructuras sanitarias que ambas ciudades habían puesto en marcha se encuentra paralizada a la espera de que se estabilice la situación política en Portugal tras el reciente cambio de Gobierno en el país luso. "No es de recibo que en el marco de una Europa integrada, una madre de Chaves tenga que desplazarse varios kilómetros hasta Vila Real para dar a luz cuando al otro lado de la frontera tiene un hospital", reclama Pablo Rivera.