Las víctimas de la violencia vial piden no ser olvidadas
La asociación Stop Accidentes celebró ayer un acto en la Plaza de Correos de Vitoria para conmemorar el día mundial en recuerdo a las víctimas de la violencia vial. "Ha sido uno de los más emotivos en los que he estado", resumió la delegada de la asociación en Euskadi, Rosa Trinidad, también madre de Enaitz Iriondo, el joven de 17 años que murió atropellado por el conductor Tomás Delgado, que demandó después a la familia exigiendo 20.000 euros por los daños a su vehículo.
La asociación pide un endurecimiento de las penas para "que no se sigan juzgando como delitos de faltas los asesinatos en la carretera". "Las víctimas de los accidentes de tráfico no pueden ser las grandes olvidadas", añadió Trinidad. "El que mata por su imprudencia, por no seguir las reglas, debe ser castigado con penas de cárcel", concluyó.
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