Todos somos iguales
Tras su terrible experiencia en Auschwitz, Primo Levi dedicó su vida a escribir y a difundir aquel horror con una finalidad: que no se volviera a repetir; Primo Levi auguró que el nazismo volvería en el momento en que la sociedad considerara que "no todos somos iguales, no todos tenemos los mismos derechos, unos los tenemos y otros no"; bien, pues estamos a punto de que eso ocurra: si dejamos que los mercados sean quienes decidan el valor de la vida humana, estaremos en puro nazismo. Es imprescindible que en cualquier relación humana (ya sea esta laboral, familiar o de otro tipo) exista un vínculo moral, que nos diga qué está bien y qué está mal; un sistema moral que haga ver en el trabajador a otro ser humano, cuyos derechos y bienestar estén por encima de las consideraciones economicistas, si no es así... el nazismo ya está entre nosotros.
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