_
_
_
_
Crónica:TENIS | Copa de Maestros
Crónica
Texto informativo con interpretación

Nadal se refugia en la tierra

El español se despide de Londres igualando su récord de derrotas (15) en un año y pensando en la final de la Copa Davis, sobre arcilla, la próxima semana

El camino de Londres a Sevilla está lleno de espinas. Tras ser eliminado en el Grupo B de la Copa de Maestros (6-7, 6-4 y 3-6 ante el francés Jo-Wilfried Tsonga), Rafael Nadal vuela hoy a España con la cabeza llena de pensamientos y el objetivo de preparar la final de la Copa Davis, del 2 al 4 de diciembre, contra Argentina. El mallorquín ya ha igualado su curso con más derrotas desde que llegó a la élite (15, como en 2007), marca que podría aumentar si cediese en alguno de sus duelos en la lucha por la Ensaladera. No gana un torneo desde junio (Roland Garros). Sus propias palabras, duras, durísimas, empañan una temporada notable, pero marcada por el dominio del serbio Novak Djokovic: "Necesito tiempo para pensar y trabajar en aspectos mentales. Me ha faltado concentración en la bola, aguantar mentalmente más según en qué puntos, que una pelota más volviera dentro... [Desde el torneo de Tokio] sentí un poco menos de pasión por el juego. Probablemente, porque estaba más cansado de lo normal".

"Necesito tiempo para trabajar en aspectos mentales", confiesa el mallorquín
"Está sacando mal y nunca tiene continuidad", explica su tío y entrenador

¿Qué explica pensamientos tan sombríos? ¿En qué aspecto del juego se reflejan esas palabras? "En que Rafael está sacando mal y no ha tenido continuidad en ninguna competición de 2011", explica Toni Nadal, su tío y entrenador, mucho más callado de lo habitual durante su enfrentamiento con Tsonga. "En la preparación de la Copa de Maestros, tuvo problemas en un hombro. Eso se ha traducido en un poco menos de velocidad y, sin eso ni solidez, es difícil competir en esta superficie", prosigue el técnico. "El juego bajo techo es pum, pum, más rápido. A Rafael le viene mejor que sea más lento. Con la misma pista, pero sin techo, hay viento, otras situaciones que hacen que el juego pueda variar un poco. Aquí, para él, es complicado", concluye.

Del infierno del cemento indoor al paraíso de la tierra. Esa es la transición que afronta ahora Nadal. Con 2011 viviendo sus últimos partidos, sin embargo, parece imposible que revierta la estadística que refleja mejor sus problemas: es el tenista de los 11 mejores que menos puntos gana con su primer servicio (71%). Nadie ha explotado eso mejor que Djokovic, que llegó a romperle el saque 11 veces en la final del Abierto de Estados Unidos, plusmarca negativa en la carrera del manacorense, y le ganó seis finales. El efecto que ha tenido el serbio en el juego del español ha sido como el del óxido en el hierro: poco a poco, ha ido horadando sus virtudes y erosionando sus señas de identidad. En consecuencia, Nadal se ha quedado, por ahora, en 67 victorias en 2011, a un paso de su brillante 2010 (71), pero lejos de su mejor registro (82 en 2008).

El número dos mundial se enfrenta a un nuevo reto. Igual que en las semifinales, ante Francia, debe afrontar un cambio radical, del cemento bajo techo a la tierra batida cubierta. Su capacidad de adaptación es de sobra conocida. "Incluso si no estoy jugando perfectamente, la superficie me ayuda", explica; "en Londres estuve más lento de lo normal. Mi mente no estuvo perfecta y por eso reaccioné tarde. La tierra me da más tiempo para pensar. Los movimientos son más fáciles para mí y tengo suerte: la Davis es por equipos, no individual, y el capitán puede elegir a otro si no estoy en buenas condiciones".

Eliminado Nadal, el número uno, Djokovic, perdió contra su compatriota Janko Tipsarevic (6-3, 3-6 y 3-6) y esperaba anoche una victoria de David Ferrer sobre el checo Tomas Berdych para llegar a las semifinales.

Rafael Nadal, tras ser eliminado por Jo-Wilfried Tsonga.
Rafael Nadal, tras ser eliminado por Jo-Wilfried Tsonga.MICHAEL REGAN (GETTY)

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_