"No era verosímil que dijéramos que íbamos a ganar"
Elena Valenciano (Madrid, 1960) ha dirigido la campaña electoral del PSOE. Ha sido la sombra de Alfredo Pérez Rubalcaba desde que asumió la condición de candidato del PSOE. Asegura que el principal problema con el que ha tenido que lidiar es la falta de movilización de los electores socialistas y eso es lo que, finalmente, ha decantado el resultado claramente a favor del Partido Popular.
Pregunta. ¿Qué ha sido lo mejor de la campaña electoral de Rubalcaba?
Respuesta. Lo mejor es que, tal y como había sido diseñada, fue in crescendo en intensidad. Quisimos empezar desde lo pequeño a lo grande. De inicio, nos costó mucho poner en marcha la maquinaria del partido, movilizar a la gente. El partido estaba muy deprimido antes del verano por las pésimas expectativas y había que ganar la ilusión de la gente.
"Nos costó mucho poner en marcha el partido, porque estaba deprimido"
P. ¿Y lo peor?
R. Me reprocho no haber empezado antes, para sacudirnos las circunstancias, porque hacíamos la campaña en un ambiente muy negativo. Era muy difícil abrirse paso entre tanto discurso que no era de campaña electoral, pero que era muy negativo. Yo veía los informativos y todas las noticias eran muy negativas, sobre Grecia, sobre la deuda, sobre Italia, y entre esas noticias había que meter mensajes de campaña electoral. Desde agosto se empezó a caer todo, y todo era mucho más negro y negativo. Se complicó a principios de septiembre con la reforma de la Constitución y solo fue positiva la noticia del cese definitivo de ETA. En ese ambiente era muy difícil hacer campaña.
P. ¿El miedo al PP no les ha funcionado?
R. Sí nos ha funcionado, pero más que miedo era poner sobre la mesa las intenciones del PP si ganaba las elecciones y que veremos ahora, cuando gobierne. Se trataba de parar la sangría de votos que se nos iban hacia el PP. Al empezar la campaña detectamos que había un millón de votos nuestros que se pasaban al PP y logramos parar ese trasvase. Faltó el paso de los indecisos hacia nosotros. Paramos que se sumaran al PP, pero no logramos que se vinieran al PSOE y se fueron, finalmente, a otras opciones.
P. ¿Para qué sirvió el debate cara a cara?
R. Nos sirvió para que la militancia percibiera que había un candidato y un proyecto. Conseguimos con ese debate que un porcentaje alto de nuestros votantes se movilizara, porque partíamos de una posición muy pasiva y desmovilizada. A partir de ese día notamos mayor asistencia a todos los actos electorales del partido.
P. ¿Fue un error que Rubalcaba tratara a Rajoy como presidente del Gobierno y él actuara como líder de la oposición en el debate?
R. Hay opiniones para todos los gustos. Lo que quisimos es poner el espejo para agudizar lo que creíamos que era el flanco más débil de Rajoy; es decir, la falta de definición y la inconsistencia de sus propuestas. La idea era poner el espejo ante él y que se le viera como presidente del Gobierno.
En todo caso, nosotros no hicimos una campaña diciendo que íbamos a ganar, no lo dijimos nunca. No se creería nadie que hubiéramos hecho una campaña de quien va a ganar las elecciones. No era verosímil que lo hubiéramos dicho.
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