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Barones del PSOE se vuelcan en elogios a Rubalcaba para que siga

Gómez se desmarca y reclama que se consulte a todas las bases del partido

Todavía con mucha cautela, se empiezan a mover los hilos en el PSOE sobre la elección del secretario general que deberá sustituir a José Luis Rodríguez Zapatero. Aunque tanto Alfredo Pérez Rubalcaba como Carme Chacón se mantienen en silencio, del primero se sabe que recibe numerosas llamadas animándole a que se presente, como confirmó ayer la que ha sido su jefa de campaña, Elena Valenciano, en RNE. De momento son requerimientos discretos, ya que los personajes más relevantes del PSOE quieren respetar su tiempo de meditación sobre el futuro. Además, muchos prefieren esperar a que el excandidato dé el paso, para no quemarse defendiéndolo antes de tiempo. En este sentido, Valenciano dijo: "Rubalcaba no ha tomado todavía ninguna decisión".

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Las menciones públicas a Rubalcaba no son para pedirle que se presente, sino para exigir que se respeten sus tiempos o para elogiar su campaña del 20-N y su figura política. Entre esas primeras voces se ha escuchado la del secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias: "Es verdad que hay mucha gente que le pide que lidere este proceso, pero él no lo ha decidido y, por tanto, de momento lo que hay que hacer es esperar a ver cuál es su decisión". Aunque también dejó caer sus simpatías: "Tiene que tomar su decisión, pero Alfredo no es un político de segundo nivel, es de primerísima dimensión".

El expresidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, no se mojó ayer sobre nombres para la secretaría general pero sí defendió la opción Rubalcaba si él quiere, no le descartó por edad y le consideró el lógico portavoz parlamentario. Su homólogo en Castilla y León, Oscar López, utilizó el vericueto de alabar el proyecto "que ha dejado Rubalcaba para el PSOE" a través del programa electoral y del discurso de campaña, para destacar sus cualidades: "Rubalcaba ha dejado al PSOE un proyecto diseñado". El lehendakari, Patxi López, también dio un paso atrás en la carrera por ese cargo, como reiteró ayer el portavoz del PSE, José Antonio Pastor, que insistió a Efe en que López repetirá como candidato a lehendakari en la primavera de 2013. También se autodescartó el diputado vasco Eduardo Madina ayer en La Sexta: "Ni estoy ni voy a estar".

Los elogios a Rubalcaba han llegado también desde Andalucía. El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, eludió pronunciarse abiertamente sobre un posible apoyo al hasta ahora candidato, porque primero debe ser él quien se postule y tiene divisiones en su federación. Pero en su Twitter personal y en Canal Sur Radio declaró: "Ha hecho una campaña extraordinaria, es lo mejor de lo mejor, está sentado en el Congreso, condición imprescindible para que alguien pueda ser secretario general y estar haciendo la oposición. Y Andalucía lo quiere".

Fuentes próximas a Iglesias, Griñán y Vara matizaron ayer posteriormente que no tomaban partido por nadie y que querían ser muy neutrales.

Las palabras disonantes ayer fueron las de Tomás Gómez, secretario general del Partido Socialista de Madrid. Primero improvisó una rueda de prensa en la Asamblea y luego convocó a su ejecutiva y avanzó: "Voy a hacer todo lo que esté en mi mano para que haya más de un candidato y para que se cumpla la voluntad de los militantes". Gómez reclamó así primarias, que no están previstas para la elección del secretario general en los estatutos. Ante su ejecutiva aclaró que el sábado, en el Comité Federal, propondrá que toda la militancia pueda elegir a su nuevo líder. La idea no se votó, pero Gómez tiene un sector del partido en contra.

A la espera de que Rubalcaba deshoje la margarita, el PSOE bulle y vive con incertidumbre cómo llevará el procedimiento Zapatero. El lunes anunció que será neutral. Pero algunos recuerdan que ya lo prometió en primavera y luego se posicionó, junto a los barones encabezados por el lehendakari, para que Rubalcaba fuera candidato en un proceso sin rivales. Otros dirigentes orgánicos temen que Zapatero quiera para el futuro XXXVIII Congreso un proceso similar al XXXV, el del año 2000, en el que él fue elegido, con abierta intervención de las bases.

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