_
_
_
_
_
Reportaje:LIGA DE CAMPEONES | Quinta jornada

Vilanova es más importante que el Milan

El Barcelona se juega el liderato del grupo en San Siro pendiente del estado de salud del segundo entrenador, operado ayer de la glándula parótida

Ramon Besa

Pep Guardiola reunió ayer por la mañana a sus jugadores en el vestuario del Camp Nou, antes de partir hacia Milán, para que el doctor Ricard Pruna les contara que Tito Vilanova, el segundo entrenador del Barça, acababa de ingresar en la clínica Vall d'Hebrón para ser intervenido de la glándula parótida. El técnico azulgrana había atendido punto por punto al protocolo que le había pedido su ayudante cuando hace aproximadamente diez días le informó de la dolencia que le había sido detectada y que necesitaba una intervención.

La misma confidencialidad que habían guardado los técnicos con la plantilla se mantuvo en la expedición que partió hacia Milán. Los aficionados y los periodistas solo fueron informados de que Vilanova no viajaba porque iba a ser operado de una dolencia maxilofacial. No hubo más comentario que el del director deportivo, Andoni Zubizarreta, quien, de manera muy delicada, dio a entender que podía no tratarse de un simple trámite médico al mismo tiempo que recordaba que el equipo ya se había sobrepuesto a situaciones difíciles, como la enfermedad sufrida por Abidal.

Más información
En San Siro manda 'Obama'
El Ajax, el Milan y el Barça han impedido que el fútbol sea retro
El Barcelona, con defensa de tres en San Siro

El parte médico emitido a las seis de la tarde por el equipo médico que operó a Vilanova, de 43 años, alivió la tensión y el desespero vivido durante la jornada. La intervención, que duró más de cinco horas, había transcurrido "satisfactoriamente" y su periodo de baja se calcula "de tres a cuatro semanas".

La parótida es una glándula salival situada a ambos lados de la cara, debajo del oído y detrás de la mandíbula inferior, una zona muy delicada. Por tanto, su tratamiento requería una atención especial. El relato de Guardiola en su comparecencia ante la prensa ayudó a interpretar lo sucedido después de un día lleno de inquietud a la espera de conocer el resultado de la operación.

"Agradezco el trabajo de los médicos, de la clínica y del club", afirmó el técnico; "han sido días de angustia. No es fácil aceptar una noticia de tal magnitud. Ocurre que Tito es muy fuerte y la gente le quiere mucho". "Me pidió discreción cuando supo de su dolencia y, aunque acudió con normalidad a los entrenamientos mientras se hacía las pruebas pertinentes, era difícil que nada trascendiera", prosiguió antes de agradecer "el respeto a la persona que han demostrado los medios de comunicación".

"Ahora estamos más animados porque la operación, aunque larga, ha ido bien y nos sentimos optimistas con vistas al futuro", insistió Guardiola; "estoy más contento que durante la mañana. Aunque no soy médico, estuve en alguna reunión con los doctores y puedo decir que Tito tenía algunas cosas que no eran del todo buenas y se tenían que curar. Hoy [por ayer] ha sido el peor día porque entraba en el quirófano". Al ser preguntado si la dolencia había generado en el ánimo del equipo alguna reacción semejante a la que generó el tumor hepático extirpado a Abidal, remachó: "Los dos casos son parecidos. A pesar de que la enfermedades son diferentes, el impacto es muy duro". "Lo que nos importa es la salud de Tito y respetar su voluntad y la de su familia a la hora de evitar comentarios al respecto", acabó Guardiola; "saldrá de esta y la plantilla, por su parte, tiene la suficiente madurez. Son personas tan fantásticas que sabrán afrontar la situación".

El capitán, Puyol, corroboró el mensaje del entrenador: "La noticia ha sido dura, pero la operación ha ido bien. Le transmitimos nuestros ánimos y nuestra fuerza y seguro que estará pronto con nosotros a pleno rendimiento". El central admitió que la enfermedad de Vilanova será una "motivación" añadida para el partido de hoy, en el que el Barça necesita empatar al menos en San Siro para asegurarse la primera plaza del grupo.

Un objetivo nada fácil si se tiene en cuenta el factor campo, la calidad del Milan y el desafío de Ibrahimovic, deseoso de reinvindicar su valía frente a su exequipo y ante el entrenador que prescindió de sus servicios.

"Lo más importante ahora mismo no es el partido, sino Tito", reiteró Guardiola.

Pep Guardiola y Tito Vilanova, en un entrenamiento.
Pep Guardiola y Tito Vilanova, en un entrenamiento.ENRIC FONTCUBERTA

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_