El líder designa a Sáenz de Santamaría para el traspaso, un gesto claro del poder que tendrá
La victoria del PP es de tal calibre y la situación económica tan compleja, que algunos pensaban que Rajoy podría dar algún gesto hoy de los puestos clave de su Gobierno, sobre todo el vicepresidente económico, el que más interés despierta porque será el encargado de enfrentarse a la crisis. Rajoy no apuntó nada del equipo económico, pero dijo que Soraya Sáenz de Santamaría dirigirá una comisión, con los miembros que ella elija, para negociar el traspaso de poderes. Ramón Jáuregui, ministro de la Presidencia, será su interlocutor en el Ejecutivo. Rajoy explicó a los suyos que ayer habló con Zapatero y está convencido de que no habrá problemas y la transición será "modélica". Las Cortes se constituyen el 13 y, apurando los trámites, Rajoy tomará posesión poco antes de Nochebuena.
El nombramiento de Sáenz de Santamaría, que fue madre hace solo 10 días y estuvo en el mitin de cierre de campaña y en la noche electoral, es un gesto claro que apunta a que Rajoy le otorgará mucho poder en el futuro Gobierno. Todas las quinielas la colocan como vicepresidenta política.
Rajoy también decidió convocar el congreso ordinario del PP, en el que la única duda consiste en saber si Cospedal seguirá o no como secretaria general, el 17, 18 y 19 de febrero en Andalucía. Será así dos semanas después del de los socialistas.
Parece que Rajoy también va a alargar el juego de nombres, una especie de placer de los poderosos del que ya disfrutó en su día José María Aznar con su "cuaderno azul" y también el propio José Luis Rodríguez Zapatero. Varios dirigentes esperan su llamada, pero parece que él les va a hacer sufrir hasta el final, hasta poco antes de Navidad. "Me dicen que andan por ahí corriendo algunas quinielas de ministrables. Yo de eso no sé nada", bromeó ayer en la reunión entre risas de todos los asistentes, entre los que estaban buena parte de esos ministrables.
En el PP ya es una costumbre que no intervenga nadie tras hablar Rajoy, lo que anula cualquier debate. Antes solo lo hacía Manuel Fraga, siempre con detallados análisis políticos de fondo. Ahora no acude, pero ayer fue otro histórico el único en hablar: Aznar, que volvió a un Comité Ejecutivo en el que no intervenía desde septiembre de 2003, cuando compareció para proponer a Rajoy como su sucesor. "Llevaba mucho tiempo esperando este resultado. Es el mejor de la historia. Os pido que le deis a Rajoy el mismo apoyo que me disteis a mí en 1996", les dijo a los dirigentes.
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