Histórico triunfo 'abertzale'

Amaiur ha ganado en la recta final la apretada pugna a la que llegaban las cuatro grandes sensibilidades políticas vascas tras la primera campaña y primera jornada electorales de la historia en Euskadi sin la amenaza de ETA ni incidentes causados por los radicales. La coalición se impone en escaños (seis), pero con casi 39.000 votos menos que el PNV, que logra cinco actas. La mayoría nacionalista es clara: 11 parlamentarios frente a siete constitucionalistas. Es la primera vez en la historia de la democracia que la izquierda abertzale gana unas elecciones en Euskadi.

Socialistas, peneuvistas, populares y la izquierda abertzale, que vuelve al Congreso tras 11 años de ausencia, se reparten los 18 escaños: ocho por Bizkaia, seis por Gipuzkoa y cuatro por Álava. En 2008, cuando los vascos fueron a votar conmocionados por el asesinato, dos días antes en Mondragón, a manos de ETA, del exconcejal del PSE Isaías Carrasco, los socialistas lograron nueve escaños, por seis del PNV y tres populares. La caída socialista nacional se reproduce en Euskadi, donde el PSE pierde cinco escaños, mientras que el PP repite resultado, un fracaso teniendo en cuenta la ola Rajoy y que su objetivo se había marcado en cinco escaños, cuatro como mínimo.

La euforia que llevó a Bildu el 22-M a lograr la mayor cota de poder histórica de la izquierda abertzale se reproduce. Euskadi es la comunidad donde más crece la participación (más de cinco puntos) sobre 2008, cuando los radicales, con todas sus marcas ilegalizadas, propugnaron la abstención. La coalición consigue grupo parlamentario (con otro escaño más por Navarra) y se sitúa como quinta fuerza nacional.

El resultado resuelve la pelea por la hegemonía en la familia nacionalista entre el PNV, que se dispone a reelegir a comienzos de enero próximo a Iñigo Urkullu como su presidente, y Amaiur. La coalición se institucionaliza como la voz de la izquierda abertzale, que usará las Cortes como altavoz de su mensaje independentista, en espera de que el Constitucional decida sobre la legalización de Sortu. La mayoría absoluta del PP reduce la capacidad de influencia peneuvista en la Carrera de San Jerónimo, tras una legislatura, sobre todo en su último tramo, en que el PNV convirtió la debilidad de Zapatero en su mejor baza de poder tras su salida de Ajuria Enea en 2009 y la pérdida de dos de las tres Diputaciones tras las forales de mayo. Eso sí, el PNV logra sus dos principales objetivos: mantener su grupo parlamentario y presentarse -al menos en votos- como vencedor.

Las elecciones sirven además como claro pórtico de las autonómicas previstas para 2013. Tras el desastre del PSE en las municipales y forales del 22-M, los resultados dejan tocado a Patxi López y a su socio, el PP, con año y medio de legislatura por delante en que el PNV y Amaiur le van a repetir cada día que tiene a la mayoría social de Euskadi en su contra.

Como en mayo pasado, cada partido se reparte una provincia: el PNV mantiene su feudo vizcaíno, el PP vence en Álava y Amaiur, como entonces Bildu, triunfa en Gipuzkoa. Por vez primera desde la restauración de la democracia cuatro partidos tendrán representación en Álava.