Vampirizar a los Stones
Lo bueno de haber sido concebido por la satánica simiente de Mick Jagger es que se te anuncia una vida resuelta. Lo malo es que tienes que ponerte a la cola. James Jagger ha tenido suerte. Solo es el cuarto de un total de siete hermanos. El primer chico. A la genética a prueba de bombas de su progenitor suma la privilegiada belleza de su madre, Jerry Hall, que demostró más paciencia que una santa ante las incontables infidelidades confesas del vocalista de los Rolling Stones. Esos señores tan mayores conservan una virtud aún mayor que seguir quemando escenarios: amamantar las economías de su prole. La mayoría chicas que, por suerte, se han entregado a una simpatía por el diablo de la moda que las permite mantenerse más o menos por sí mismas.
No es un rebelde 'light', salió con la modelo millonaria con alma de punki Alice Dellal
James, de 26 años, cayó en la trampa de probar a seguir los pasos de su padre en la música (con una banda de rock trash que ha recibido críticas espantosas llamada Turbogeist) y los de su madre (posando para marcas de moda, pero desestimándolo por sentirse "como un trozo de carne"). Ha preferido apostar por la actuación, donde también incurrieron sus padres de manera más bien estrepitosa (recordemos la pose alucinada de Mick Jagger en Performance y la catastrófica recuperación de Mrs.Robinson por parte de Jerry Hall en una reciente adaptación escénica de El graduado).
Él parece tener más suerte con las críticas, aunque de momento no ha hecho nada particularmente reseñable. De hecho, los tabloides británicos se hicieron eco de su estreno teatral en 2007 no por sus dotes actorales, sino por convertirse en el primer británico que fumó "legalmente" en un pub tras la prohibición. Logró un permiso para encenderse un pitillo durante su función porque el guion lo exigía. No piensen que es un rebelde light, también le han perseguido por salir con Alice Dellal, la modelo millonaria con alma de punki, con la que compartió el piso que su padre le compró en Londres.
Dice que se obsesionó con el cine cuando vio La leyenda del indomable, pero que no quiso ser actor hasta que conoció a Batman "en persona" siendo un crío en el rodaje de la cinta de Tim Burton en la que participó su madre. También que podía haber sido escritor. Guarda una novela sin publicar sobre un traficante de opio durante la revolución industrial.
A finales de octubre paseaba por la Seminci de Valladolid junto a Sophie Auster para presentar Stealing summers, película dirigida por el español David Martín Porras. Aunque es fácil oírle quejarse de su suerte: compartió clase en la escuela de Lee Strasberg con Robert Pattinson, un auténtico vampiro que no ha tenido que chuparle la sangre a su estirpe para salir adelante.
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