El eco del 'efecto Shanghai'

Bilbao contó con un espacio propio en la Exposición Universal de Shangai 2010, que le sirvió para presentarse en China. Allí el rostro del nuevo Bilbao se mostró a tavés de varios soportes, entre ellos un mural pintado por Jesús Mari Lazkano en el que se veía el curso de la Ría, el Guggenheim y la torre de Iberdrola, entre otros elementos del paisaje urbano de la capital vizcaína. Lazkano hizo amigos en Shanghai y Bilbao, también. Ayer un grupo de 43 chinos, artistas plásticos, mecenas, profesores y estudiantes universitarios, realizaron una vista a Bilbao, guiados por Lazkano. En menos de 10 horas, recorrieron la exposición de Antonio López en el Museo de Bellas Artes, comieron en un restaurante del centro, conocieron la obra de Lazkano colgada en el vestíbulo de la torre de Iberdrola, descubrieron el Guggenheim y acabaron en la Alhóndiga antes de que el autobús les llevara de vuelta a Madrid.

Los turistas recorrieron la exposición de Antonio López y el Guggenheim

El viaje, de cinco semanas de duración, recorre 13 ciudades europeas

Lazkano fue su cicerone en la apretada agenda de la jornada. A la llegada a la exposición de Antonio López, bien conocido por el grupo, la intérprete que les acompaña escuchó a un miembro del grupo decir que era "el verdadero arte, la pintura de un dios". La veneración de los chinos por la figuración y el realismo tiene unas profundas raíces en la tradición, explicó Lazkano. "Incluso los artistas que practican la performance o los conceptuales se reciclan de cuando en cuando con los viejos maestros de la figuración", añadió Lazkano. "Artistas que eligen caminos muy diferentes comparten sus experiencias con muchísisma naturalidad y pueden compaginar el realismo con otros lenguajes".

El fugaz paso por Bilbao fue parte de un largo viaje por Europa organizado por la Academia Central de la Bellas Artes de China, un centro dependiente del Departamento de Educación del Gobierno chino muy activo, con cerca de 3.800 alumnos, dos publicaciones especializadas y un museo, diseñado por el arquitecto japonés Arata Isozaki. Entre los visitantes los académicos y responsables de instituciones artísticas oficiales eran mayoría, pero también formaban parte del grupo artistas, casi todos de corte figurativo, como He Daqiao, cuyas obras son subastadas en el circuito internacional. Han perdido la cuenta de los kilómetros recorridos desde que el pasado 17 de octubre aterrizaron en Roma. En menos de cinco semanas han vistado 13 ciudades del continente europeo, entre ellas Viena, Berlín, Amsterdam y París.

El programa en Bilbao no les dejo respiro ni para degustar platos vascos. De camino al Guggenheim degustaron un menú con ensalada César y bacalao a la riojana, traducido al chino para acelerar el servicio. El periplo europeo acabará en próximo lunes en Madrid, después de un recorrido que dejará tiempo, como mandan los cánones del turismo organizado, para una excursión a Toledo.