Los vigueses Ragdog estrenan en casa los temas de su nuevo disco en Internet

Pablo García, guitarrista de la banda Ragdog, todavía no tenía su voto decidido a principios de esta semana. "Yo sí", afirma rotundo su compañero Aleix Lores (voz, guitarra y piano), aunque rápidamente desliza un "aunque paso de la política". Van a pasar el final de la jornada de reflexión encima de un escenario junto al resto del cuarteto, integrado por el bajista Alberto Leyenda y el batería Juanma Treinta. Nada de discursos. A partir de las 23.00 horas de hoy presentarán sus nuevas canciones en la sala Mondo de Vigo y eso es lo que cuenta.

Para ellos, la suerte es "tocar en un montón de ciudades y ver que en Jaén o en el País Vasco haya personas que se compren una entrada para nuestros conciertos". Haber estado en el parque de Castrelos de Vigo, donde el verano pasado compartieron noche con Iván Ferreiro en la clausura del Festival Son de Vigo, es quizá uno de sus recuerdos más emocionantes, más allá de haber teloneado a Shakira en el Estadio Olímpico de Barcelona o participar en el Rock in Río.

De los locales de Vigo y el Val Miñor se lanzaron a la carretera con Amaro Ferreiro. El debut en solitario del hermano de exlíder de Los Piratas les dio la oportunidad de hacer su primera gira. Después vino la relación con el productor de Pereza, Fernando Montesinos, y su fichaje por el sello Movistar, que se estrenó con ellos. En ese puerto publican su primer disco Nada más (2008), un álbum digital que coronó la lista de descargas en España, más de 8.000, en su primera semana a la venta.

Están estrenando Bichos raros, un trabajo de estudio editado solo en la Red, de nuevo, que han dividido en dos partes. De momento salen cinco temas y el resto verá la luz a principios de 2012. "La gira del anterior disco fue muy larga, era como vivir un sueño o una locura todos los días, todo muy intenso", cuenta Lores. "Éramos muy jóvenes entonces, hemos mejorado como músicos y como personas en este tiempo", reflexiona García. Para el guitarrista, existe una evolución clara de su sonido pop, más cargado ahora de personalidad, enriquecido con piano y toques de electrónica.