Los dependientes se echan a la calle ante la amenaza lanzada por Rajoy

"La Dependencia es una de las mejores leyes que se han hecho en este país, es de una necesidad tremenda". Casimiro Gil se encontraba ayer frente a la sede del PP en Valencia para protestar en contra de las manifestaciones de Mariano Rajoy publicadas por este diario el jueves en las que aseguraba que la Dependencia no es viable. Junto a él, varias decenas de personas más convocadas por las plataformas valencianas en defensa de la ley de Dependencia sostenían una pancarta en la que se leía: "Ni un paso atrás en defensa de los derechos sociales".

"Cientos de familias se encontrarán en una situación precaria si se paraliza la aplicación de la norma", insistía Gil. "Lo que hay que hacer es avanzar en la ley, pero en ningún caso decir que no es viable".

El Consell defiende la modificación de la ley de Dependencia

"Estamos asustados", añadió Palmira Castellano, representante de la plataforma de Valencia. "¿Qué pretenden, que las mujeres nos volvamos a quedar en casa?", se preguntaba. "Si no dan ayudas a los centros de día y nos quitan las prestaciones económicas, no nos quedará más remedio a las madres y las abuelas que quedarnos a cuidar a nuestros hijos dependientes".

El acto finalizó con la lectura de un comunicado en el que los asistentes subrayaron la preocupación que les transmiten las palabras del candidato del PP. "Sería muy interesante conocer en qué basa su afirmación de que la ley no es sostenible", comentaron. "No podemos permitir que se anulen nuestros derechos".

Un guion similar se repitió en Alicante, donde más de un centenar de discapacitados y familiares, así como de representantes del PSPV-PSOE, Esquerra Unida, Compromís-Equo y de los sindicatos CC OO-PV y UGT-PV se concentraron frente al edificio Prop de la Generalitat. "Rajoy no es viable, la Dependencia sí. ¡No votéis al PP!" o "Rajoy, los dependientes no somos ciudadanos de tercera", rezaban algunos carteles. "Hemos venido para que no nos recorten las ayudas. A la lucha sin parar", defendía Francisca Hernández, que cuida de su madre ciega.

Las historias son variadas, pero el denominador común es la necesidad. Maite Hernández dejó su trabajo, su casa y a sus hijas para cuidar a su madre, gran dependiente. En casa, su marido, parado, cuida de sus dos hijas pequeñas y de la mayor, discapacitada psíquica que va a un centro ocupacional y que por ello no recibe ayuda. "Quieren dejar en la estacada y en el olvido a personas que antes de la entrada en vigor de esta ley tenían sus derechos pisoteados", resumió el portavoz de la plataforma, Miquel Martorell.

Por otro lado, al final del pleno del Consell celebrado en Alicante, la portavoz del Gobierno valenciano, Lola Johnson coincidió con Rajoy y se mostró partidaria de revisar la ley.