Anglada siempre logra salvarse
El líder de PxC es absuelto del caso de los panfletos xenófobos de Vic tras responsabilizar a un exconcejal del partido de la impresión de los mismos
Si Josep Anglada es un animal político, podría ser un gato: siempre cae de pie. Sus compañeros de Plataforma per Catalunya (PxC) caen en procesos judiciales, pero él sale airoso. Cara a la galería, Anglada espolea y apoya a sus concejales. Pero a la hora de la verdad, ante el juez, siempre se protege tras una frase: él no sabía nada.
La sentencia dictada por un juzgado de lo penal sobre los panfletos xenófobos que el partido repartió en Vic (Osona) en 2007 refuerza esa tesis. Anglada estaba acusado de un delito de provocación a la discriminación y al odio racial. El fiscal pedía para él y para el exedil de PxC de Vic, Juan Carlos Fuentes, un año y medio de cárcel por imprimir y distribuir 3.000 copias de un folleto con mensajes contra los musulmanes. Pero el juzgado le ha exonerado porque no hay pruebas de que ordenara difundir las octavillas y, ni siquiera, de que conociera su existencia. En el juicio, el exmiembro de Fuerza Nueva usó la estrategia que ya ha convertido en habitual: desentenderse. Anglada declaró que la decisión de difundir 3.000 copias de un escrito con mensajes humillantes para los musulmanes la adoptó, por su cuenta y riesgo, Fuentes.
El exconcejal, que sí ha sido condenado a 18 meses de prisión y a pagar una multa de 4.860 euros, descargó de culpa a su jefe. Afirmó que, pocos días antes de las elecciones municipales de 2007, se encontró en el buzón de casa una carta escrita por una ficticia asociación magrebí que se jactaba del trato de favor que, supuestamente, dispensan las fuerzas políticas a los musulmanes. Le pareció "cómica" y decidió repartirla para "ganar votos".
Anglada admitió que tiene "todas las potestades del mundo" en la formación xenófoba. Pero asegura, sin embargo, que no fue consultado sobre una decisión pensada para la recta final de campaña de unos comicios que supusieron el primer salto cualitativo de PxC: pasó de uno a cuatro ediles en Vic.
"Discurso del odio"
En la sentencia, la juez argumenta que los panfletos fomentan el "discurso del odio" y no se amparan, por tanto, en la libertad de expresión. Y subraya una de las frases "claramente amenazantes": que PxC haría "la vida imposible" a los magrebíes.
Lejos de compartir la carga con el que fuera su mano derecha en el partido -que ha crecido hasta sumar, en las últimas municipales, 66.000 votos y 67 concejales en 40 municipios- Anglada declaró que no sabía nada. Y que, de haberlo sabido, no lo habría permitido. Pese al supuesto enfado, como presidente no tomó ninguna medida contra Fuentes. Por esas circunstancias, su explicación no convenció al fiscal especial para delitos de odio de Barcelona, Miguel Ángel Aguilar.
Ayer, Anglada se mostró exultante y anunció que recurrirán la sentencia para demostrar la "inocencia" de Fuentes. Que la resolución haya llegado en plena campaña, a solo dos días de las generales, no ha gustado en medios judiciales. Ninguna opción parecía buena. En caso de condena, Anglada se presentaría como víctima. En caso de absolución, como así ha sido, podía usarlo como empujón para reforzar su candidatura.Ahora que el partido se ha expandido por Cataluña, los problemas crecen a propósito de la singular propaganda de PxC, que apunta siempre a la diana de los musulmanes. La fiscalía investiga otro panfleto distribuido en Sant Adrià que acusa a los "niños moros" de acaparar las becas para el comedor. En este caso, Anglada también se desmarcó: el material no lo confeccionó la dirección. La concejal del grupo en Sant Adrià, Menchu Martí, le contradijo al afirmar que los panfletos habían llegado "del partido".
Pese a su poder casi omnímodo en PxC, Anglada parece ignorar muchas cosas. Anteayer se mostró "sorprendido" al saber que uno de sus concejales en Vic, Josep Maria Paré, había sido detenido por incumplir una sentencia por apropiación indebida. La fiscalía mantiene abiertas dos investigaciones más: una, por llamar a la violencia contra los imanes desde un perfil de Facebook de PxC de Terrasa, y otra, por la propaganda, en forma de falso cheque a nombre de Mohamed, distribuida en el área de Barcelona.
Pero hay un lugar en el que Anglada no puede mirar para otro lado: su casa. El líder ultra será juzgado la próxima semana por agredir a su hijo. El fiscal pide 10 meses de prisión y una orden de alejamiento. Padre e hijo habían discutido, admitió Anglada, por un gato.
PxC tampoco ha olvidado los ataques a los musulmanes en esta campaña. Para cerrarla, el partido ha colgado en la web un vídeo pidiendo el voto en el que se observa cómo a una mujer autóctona le quitan el trabajo, la comida y hasta la ropa para dársela a una mujer con velo. El vídeo termina con el lema Primero los de casa.
Mensajes xenófobos
La grabación comienza con una carátula que asegura que el anuncio se basa en unos supuestos "hechos reales", aunque no es más que una sucesión de tópicos impregnados de xenofobia. Un hombre "de centro" entra en escena y le quita un botiquín a una mujer rubia, de nombre María, para dárselo a la segunda mujer, ataviada con velo. Después un hombre de izquierdas le quita el abrigo y se lo entrega a la musulmana porque, dice, "ellos nos salen más baratos".
La escena se repite con otro hombre de izquierdas y con "los de más a la izquierda". Entre todos le quitan a María el derecho a la sanidad, a los servicios sociales y la comida. La grabación termina con el mensaje electoral de la Plataforma per Catalunya. "María podría ser tu madre, tu hija, tu novia. ¿Quién se preocupa por los de casa?".
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