Internet declara la guerra a una nueva ley antipiratería de EE UU
El proyecto bloquea el acceso a los contenidos con derechos de autor
Google, Facebook, Mozilla, Zynga, eBay, Twitter, Yahoo!, LinkedIn y AOL han pagado una página de publicidad en The New York Times contra una proposición de ley en Estados Unidos (EE UU) que pretende bloquear los sitios que alberguen o conduzcan, sin licencia, a contenidos sometidos a derechos.
El anuncio es una muestra de la reacción que ha provocado la propuesta en la comunidad de Internet. Cartas de profesores de Derecho, firma de peticiones digitales para su retirada, apertura de sitios para combatirla... son algunas de las iniciativas en marcha. La proposición está en trámite de audiencia en la Cámara de Representantes. De prosperar, debería negociarse con el Senado, que tiene en cartera una ley similar, lo que alarga en el tiempo su eventual aprobación. Se la conoce como SOPA (Stopping Online Piracy Act).
Grandes empresas publican un anuncio contra la futura normativa
Se perseguirían los pagos y la publicidad en los sitios denunciados
La futura ley pretende el ahogo financiero de estos sitios, persiguiendo a quien contrate publicidad o a los servicios que tramitan transferencias y pagos. Además, con permiso judicial, impedirán el acceso a los mismos, estén en servidores de EE UU o del extranjero, mediante el bloqueo de sus direcciones en Internet.
En el citado anuncio, las compañías manifiestan su preocupación porque la ley perjudique la innovación y el dinamismo que ha hecho de Internet un importante motor de crecimiento económico y de creación de empleo. Los temores se centran en que se altere el actual sistema de dominios con la creación de una lista negra de direcciones y que se imponga a proveedores de acceso la monitorización de la actividad de sus clientes. Los defensores de la futura ley, Hollywood y la industria discográfica también apelan al mismo argumento: la piratería debe combatirse porque destruye empresas y empleo.
Para Llorenç Valverde, vicerrector de Tecnología de la UOC, estas medidas se asemejan a las que practican países censores como China. Admite que combinar la protección de la propiedad intelectual con fórmulas antiguas y el desarrollo tecnológico es difícil. "De aplicarse estas medidas", sostiene, "nos daríamos cuenta de que Internet no es nuestro". Valverde recuerda proyectos, como Freedom Box Foundation Internet, que trabajan para crear redes alternativas, al margen de los operadores. La Electronic Frontier ha alertado de que la ley afectaría a servicios como Tor, que ofrecen la navegación anónima y que son usados por disidentes en países que censuran Internet.
La inquietud que despierta el proyecto se evidencia en la publicación de cartas abiertas, todas con fecha del 15 de noviembre, de distintos colectivos. Asociaciones civiles de otros países como European Digital Rights, Quadrature du Net y Reporteros sin Fronteras las han suscrito. Otras las firman profesores de Derecho que denuncian sus deficiencias constitucionales y la ruptura de una política de defensa de la libertad de expresión que perjudicaría la imagen del país en el mundo. Desde octubre hay abierta una petición para que la Administración de Obama intervenga. También en la Red hay una carta abierta, Salvemos Internet, dirigida a los congresistas para que la paralicen. Se pide que se mantenga este pilar de la democracia que es Internet. La han suscrito cerca de 400.000 internautas. EE UU ya ha bloqueado sitios, como el español rojadirecta, alegando infracción de la propiedad intelectual.
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