Una artillería incontenible
El Madrid abruma al Efes con su gran ofensiva, liderada por Carroll
Cuatro jugadores, por encima de los 10 puntos; ocho, por encima de los 10 de valoración. Este Madrid posee una artillería incontenible que barrió al Efes para sellar su tercera victoria en el torneo, la segunda superando la frontera de los 100 puntos. En un elogio del carpe diem, ha declarado el estado de optimismo y cuenta sus encuentros como local por fiestas con sus aficionados. Esta también estuvo liderada por su artificiero infalible: Carroll.
Siguiendo el guion, los hombres de Laso arrancaron efervescentes, elevando la intensidad y las revoluciones con brío y contragolpes. Apoyándose en la firmeza defensiva y la buena mano de Mirotic (nueve puntos, sin fallo, y dos rebotes al descanso; 17 y cinco al final), en el polivalente despliegue de Suárez y en los puntos de Rudy, firmaron un contundente parcial de 16-4 para dar la bienvenida a un visitante de cuidado.
REAL MADRID 104 - ANADOLUD EFES 84
Real Madrid: Rodríguez (5), Fernández (14), Suárez (15), Mirotic (17) y Tomic (9) -cinco inicial-; Llull (5), Sanz (3), Carroll (19), Pocius (2), Reyes (8), Ibaka (3) y Begic (4).
Anadolu Efes: Tunçeri (10), Guler (8), Vujacic (8), Ilyasova (14) y Barac (2) -cinco inicial-; Ilievski (2), Balbay (0), Akyol (6), Batista (4), Savanovic (15), Kuqo (15) y Sirin (0).
Árbitros: Lamonica (Ita.), Boltauzer (Eslvq.) y Mantyla (Fin.). Eliminado Akyol.
10.251 espectadores en la Caja Mágica.
El Efes llegaba con un enigmático expediente. Había asaltado las canchas de Belgrado y Milán, pero perdido en la suya ante el Charleroi y el Maccabi. El primer cuarto desmintió su fiereza lejos de Estambul y acabó abrumado.
Tras su lánguida puesta en escena, el conjunto turco recurrió a su repertorio: presume de fondo de armario Sarica. Atendiendo al fracaso del curso anterior y a su condición de anfitrión de la final four de este, acudió al mercado de fichajes con dinero y voracidad y cimentó un bloque lustroso con varios exjugadores de la Liga española. Tunçeri e Ilievski se alternaban en la dirección; Ilyasova, Barac, Savanovic y Batista se repartían los minutos en la pintura. Pero con ninguna combinación se asentaron. Tampoco Vujacic encontraba la tecla. El esloveno, con dos anillos de la NBA, apenas aportó puntos. Destemplada su estrella, el Efes sufría para agarrarse al partido.
El Madrid se manejaba con comodidad, con una ligera ventaja de seis u ocho puntos. Pero Carroll se sumó a la misión dando una vuelta de tuerca. Su gatillo, sin parangón en lo que va de competición, descosió al Efes. Con 11 puntos en 10 minutos, en el primer tiempo, acreditó su estado de gracia. El escolta estadounidense llegaba con el mejor promedio de puntos por minuto (0,89) y la escarapela de mejor triplista (14 de 20 para un 70% de acierto) y decidió dar lustre a semejante hoja de servicios. Firmó 19 puntos con cuatro de cuatro en triples. Una exhibición de puntería y destreza. Eléctrico, barnizado de confianza y sin antídoto capaz de detenerle, rompió definitivamente el choque con otros siete en cinco minutos a la vuelta del vestuario (63-43, m. 25). La Caja Mágica era una fiesta y el Efes un muñeco de trapo. Solo Tunçeri, renqueante, se resistía al zarandeo.
Constante en su aplicación defensiva y con una rotación de quilates, los madridistas mantenían con holgura su renta. Dominaban todos los porcentajes de tiro, el rebote (37 a 28) y las asistencias (25 a 12) y doblaban a su rival en valoración. Carroll desataba la artillería, Rodríguez era un dispensador de asistencias (10) y Suárez martilleaba en la defensa y el ataque (15 puntos y cinco rebotes).
El último cuarto parecía un trámite, pero el Efes lo crispó y redujo las distancias apoyado en los puntos de Kuqo y Savanovic y los rebotes de Ilyasova (83-78 a 4m 30s del final). Ahí apareció Rudy para recomponer la situación y cerrar la victoria. Un triple del canterano Sanz redondeó la noche para jolgorio de la parroquia.
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