"Tenemos delante retos que nadie va a poder resolver en solitario"

Quien ha sido portavoz esta legislatura del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka (Bermeo, 1960), no contempla un escenario sin grupo propio en Madrid pese a la novedosa competencia abertzale en las generales.

Pregunta. Un nuevo estatus político para Euskadi en 2015. ¿Es la cesión al sector soberanista del partido?

Respuesta. Responde a lo que reclama el cuerpo del partido, como fruto del proceso deliberativo que se ha llevado a cabo en el seno del PNV para fijar la estrategia de los próximos años. No hay que olvidar que la campaña ha irrumpido en mitad de nuestro proceso interno para renovar la ejecutiva y la ponencia política.

P. ¿De verdad cree usted que es un objetivo alcanzable?

"Somos la única voz posible de Euskadi en Madrid. No tenemos rival"

R. Es posible si se quiere. ¿Por qué no? Estamos ante un panorama nuevo en Euskadi, también en lo que hace referencia a la búsqueda de marcos de convivencia o la definición del estatus vasco y su perfil de autogobierno. Con toda una legislatura por delante y la renovación del Ejecutivo autónomo pendiente, hay margen suficiente.

P. ¿El nuevo escenario justifica entonces otro estatus político para Euskadi?

R. Va a ser necesario afrontar esta legislatura con una disposición al entendimiento mayor a lo que ha sido imprescindible años atrás. Tenemos por delante retos que nadie va a poder resolver en solitario. La situación tras el cese de ETA, por ejemplo, plantea unos retos de todo orden, vinculados en algunos casos a la memoria, a la construcción de la convivencia, al trabajo de la concordia, pero también a la definición del marco político en el que tiene que desarrollarse el País Vasco.

P. Un nuevo estatus como consecuencia del fin de ETA...

R. No voy a equiparar nuestro escenario actual al de la Transición española, pero hasta cierto punto tienen mucho que ver, porque venimos de la violencia y tenemos que articular una transición hacia la democracia. Ahí hay un marco bastante amplio al que hay que dotar de contenido y ante el que serán necesarios acuerdos de amplia base.

P. Algo parecido intentó Juan José Ibarretxe cuando era lehendakari y no salió adelante.

R. Desde mi experiencia le puedo enumerar decenas de iniciativas que han sido rechazadas varias veces en el Congreso y al final han salido adelante. Un ejemplo reciente ha sido el blindaje del Concierto Económico vasco, al que socialistas y populares daban su apoyo en Euskadi, pero no en Madrid. Esta vez sí ha sido posible.

P. ¿Serían entonces estas las últimas generales para el PNV?

R. Mientras haya elecciones generales y la situación política en Euskadi sea como la actual, nosotros seguiremos participando. No estaremos dando bandazos ni haremos planteamientos coyunturales, de ahora sí y mañana no, en función del interés electoral. No veo yo que las cosas vayan a avanzar con tanta rapidez como para que el País Vasco no participe en unas elecciones generales en 2015.

P. ¿Son un logro las transferencias o un fracaso que no se haya completado el Estatuto?

R. Lo segundo es motivo de crítica a los sucesivos Gobiernos centrales, que no han querido o podido desarrollarlo. Ahora bien, constatadas esas dificultades, el avance cualitativo de los últimos meses sí es un triunfo, porque ha removido obstáculos que parecían insalvables.

P. ¿Sería injusto que el PNV se quedara sin grupo propio en el Congreso después de todo lo conseguido?

R. En política no hay nada injusto, porque los ciudadanos eligen. Pero sí sería sorprendente. Tanto que ni me lo planteo.

P. ¿Quién es el verdadero rival del PNV estas elecciones?

R. Nosotros no tenemos rival. Somos la voz de Euskadi en Madrid. Un papel que no asume nadie si no lo hace el PNV. PSOE y PP solo hacen referencia a España en sus programas y Amaiur no tiene más que un folio y medio de consideraciones abstractas que lo mismo valen para Euskadi o Indonesia.

P. ¿Por qué va entonces Amaiur a Madrid?

R. Pues estaría bien que lo aclararan. En mi opinión, se han dado cuenta de que sus apuestas históricas han sido equivocadas y de que la estrategia del PNV ha sido la acertada.

P. ¿Cabe un entendimiento con ellos en el Congreso?

R. Si versa sobre cuestiones de interés común, como las reivindicaciones nacionales, desde luego. Si en Euskadi cabe un Gobierno a dos entre socialistas y populares, que están a cara de perro en el Estado, supongo que es algo comprensible. Esa colaboración entre partidos nacionalistas ya existe. Poco más se puede compartir con quienes no han aclarado cómo van a participar en la Cámara y lo dejan todo al albur de lo que vayan decidiendo a lo largo del mandato.

P. ¿Por qué pide el voto?

R. Porque tenemos que afrontar retos como la reconstrucción económica, no en clave de burbuja y ladrillo, y la fase post-ETA, con la verificación de su cese definitivo y la construcción de la convivencia.

P. ¿Le preocupa la visión que el PP puede tener de Euskadi?

R. Si piensa que puede hacer frente en solitario a los descomunales desafíos que se nos presentan, tenga o no mayoría absoluta, se equivoca en la mitad y otro tanto. Sería la mejor forma de hundirse en la impopularidad y ganar enemigos. Entiendo que el PP sabrá apearse de sus posiciones dogmáticas y buscar el consenso en temas que, de lo contrario, estarían abocados de antemano al fracaso.