"Siempre se puede hacer mejor"
Rodríguez-Piñero responde a estudiantes de Comunicación
"Siempre se puede hacer mejor, siempre se puede gestionar mejor". La número uno de la candidatura socialista por Valencia, Inmaculada Rodríguez-Piñero, dejó esta idea ayer al pasar, invitada por su profesor, el corresponsal de La Vanguardia en Valencia, Salvador Enguix, por un aula de tercero del grado de Comunicación de la Universitat de València, donde respondió a numerosas preguntas de los estudiantes. La candidata comenzó por explicar "lo que significa hacer un programa electoral" y desveló que, bajo las instrucciones de Alfredo Pérez Rubalcaba para que fuera "ambicioso pero realista", el PSOE descartó algunas propuestas porque las evaluaron y resultaban difíciles de implementar.
"El espejo en que el PP hizo mirarse a los valencianos se ha roto"
"La eficiencia es una actitud", señala la candidata socialista
La candidata desgranó medidas de reactivación económica y creación de empleo, deteniéndose especialmente en el plan de empleo juvenil que propone su partido. Lo más interesante, sin embargo, vino en cuanto empezaron las preguntas. "Fueron los propios socialistas quienes suprimieron el impuesto de patrimonio que ahora han recuperado", le planteó una chica. Y Rodríguez-Piñero, que reconoció errores del Gobierno y del propio partido en diversos momentos, asumió que no debió haberse suprimido el impuesto en aras de la reactivación, aunque añadió que se trata de una figura "obsoleta". Por eso el PSOE plantea un impuesto sobre las grandes fortunas, del que dijo que también afectaría a las Sicav (sociedades de inversión de capital variable). "Tributará el patrimonio, cualquiera que sea la sociedad o la forma en que lo tengan colocado", señaló.
Los estudiantes aludieron a las negativas perspectivas de los sondeos demoscópicos y, cuando un alumno le preguntó si la barrera del fracaso está por debajo de los 125 escaños, Rodríguez-Piñero apeló al 30% de indecisos que reflejan las encuestas.
Llegar a un acuerdo entre las comunidades autónomas para garantizar la prestación de unos servicios mínimos y crear una central de compras para abaratar, por ejemplo, la compra de medicamentos por parte de la sanidad pública son ideas que Rodríguez-Piñero explicó con voluntad didáctica. ¿Por qué son los socialistas incapaces de sacar ventaja electoral de los casos de corrupción y del despilfarro del PP valenciano?, planteó otro estudiante. Y ella reconoció que al PP le funcionó bien durante un tiempo el argumento de que los valencianos "somos los mejores" y el victimismo, mientras la oposición no supo conectar con la opinión pública y hacer una política de proximidad. De todas maneras, puntualizó, "el espejo en que el PP hizo mirarse a los valencianos se ha roto", no solo por la corrupción y el estallido de la burbuja inmobiliaria, sino también por el endeudamiento y las facturas impagadas de la Generalitat.
"No tenemos dinero", sostuvo Rodríguez-Piñero, para sorpresa de los estudiantes, al responder a la pregunta de por qué hay menos carteles de Rubalcaba que de Rajoy y no hay ninguno con el rostro de la candidata, que defendió la austeridad.
De la austeridad pasó a la eficiencia, cuando contó cómo consiguió, desde la secretaría general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, establecer unos parámetros de previsión de costes de las obras públicas que le permitieron reducir en un 17% el gasto. "La eficiencia es una actitud", les dijo a los estudiantes poco antes de acabar una intensa hora de diálogo. A la salida, la candidata exclamó satisfecha: "¡Esto sí que es un debate!".
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