Zabaleta propone un sistema social que ofrezca "sobre todo" oportunidades
Cerca de 55.000 personas cobran en la actualidad la Renta de Garantía
La consejera de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, defendió ayer en Bilbao la vinculación de las prestaciones sociales y del empleo que se produce, desde su reforma, en Lanbide. Para la consejera, "los ciudadanos bajo el sistema de protección social no solo deben recibir prestaciones sino, sobre todo, oportunidades".
Durante su intervención en los desayunos informativos de Fórum Europa-Tribuna Euskadi se refirió a Lanbide como "la mayor revolución en la que estamos inmersos" y describió que su objetivo fundamental es la activación para el empleo de quienes están alejados de él y solo tienen el futuro de la cronificación en el desempleo.
En ese momento explicó que la transformación de una política de protección social basada en el empleo y no en el subsidio "es el reto más apasionante que se puede afrontar. El empleo es la política social por excelencia", subrayó.
La consejera define Lanbide como "la mayor revolución"
Lanbide, el Servicio Vasco de Empleo, gestionará a partir del próximo año la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) con el objetivo de activar laboralmente a sus perceptores y evitar su "cronificación" en el sistema de ayudas. En la actualidad, hay más de 55.000 perceptores de la RGI. Alrededor de un tercio de ellos quedarán excluidos de esta apuesta por la inserción laboral al tratarse de jubilados y personas en alta exclusión social.
"Euskadi ha vuelto a ser pionera en las políticas sociales y activas de empleo, gestionándolas al unísono, como no hay referente en ninguna parte del Estado y todo ello con el objetivo común de la conquista desde los servicios públicos del logro del empleo", manifestó. Pero también explicó que "las administraciones no debemos ser paternalistas, sino protectoras: empleo para quien pueda trabajar y seguridad para quien no pueda hacerlo", explicó. Lanbide, a partir del próximo año, gestionará la Renta de Garantía de Ingresos y el complemento de vivienda, con un gasto de casi 400 millones.
Un cálido tributo a Eguiguren
Gemma Zabaleta sigue sin disimulo el credo político de Jesús Eguiguren. Su identificación es absoluta dentro de las posiciones "más arriesgadas" de los socialistas vascos, y de manera especial de este sector guipuzcoano. Por eso es fácil de comprender que la consejera de Asuntos Sociales aprovechara sus primeras palabras de ayer para tributar un cálido reconocimiento a la apuesta de Eguiguren en favor de la paz, consciente, como recordó Zabaleta, de que ha sido objeto de escarnio y de permanentes acusaciones, "aunque ahora los hechos le han acabado por dar la razón".
En su reconocimiento público, la consejera no escatimó un solo elogio que fue escuchado directamente desde una mesa presidencia en la que se encontrabban compañeros del Gobierno vaco como Rodolfo Ares, Idoia Mendia o Blanca Urgell, así como del partido, Alfonso Gil y Txarli Prieto.
En cuestiones relacionadas con el final de la violencia, Zabaleta comparte las tesis de Eguiguren, a quien encargó, precisamente, que ejerciera de anfitrión de su charla. El presidente del PSE-EE no acudió ayer especialmente locuaz, pero sí lo suficiente nítido para proclamar las virtudes de "política completa" que encarna Zabaleta, a quien conoce por su trayectoria de años en varias instituciones. Eso sí, Eguiguren no desaprovechó una alusión final al período de "vacas flacas" que castiga la política de acción social para puntualizar que, por lo menos, "son vacas en paz".
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