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Reportaje:arte

Como unos pinceles

Tres jóvenes artistas elegidos por Juan Ugalde demuestran que la pintura sigue teniendo mucho que aportar a la creación artística. MUICO inaugura con ellos un proyecto para exponer jóvenes creadores

Desde principios del siglo XX se ha decretado infinidad de veces la muerte de la pintura y otras tantas su resurrección. En virtud de la primera, muchos artistas cierran estudios y emprenden su exploración artística fuera de ellos. Pero en honor a la segunda, otros se aferran al pincel y al lienzo y siguen dando vueltas a un medio que ha acompañado al hombre desde que vivía en las cavernas. El Museo de Colecciones ICO (MUICO) cree que la pintura está muy viva y, para constatarlo, su responsable de arte, Gonzalo Doval, encargó a un veterano pintor, Juan Ugalde (Bilbao, 1958), que eligiera a tres jóvenes artistas que trabajen el medio. Se trata de una nueva línea expositiva que pone en marcha MUICO para presentar creadores emergentes de la mano de otros consagrados.

Fernando García (Madrid, 1975), Miren Doiz (Pamplona, 1980) y Maíllo (Madrid, 1985) son los tres que integran la primera entrega de este experimento. Con el título ¡A vueltas con la maldita pintura! se ha montado una exposición que puede verse hasta el 19 de febrero y que, según Ugalde, pretende responder a la pregunta: ¿qué hace un pintor joven en un momento como este? "Lo que me interesó de estos artistas es que son tres líneas distintas y que ninguno tiene un estilo definido a la antigua. Aquí se puede ver cómo se puede afrontar la actualidad con una cosa tan arcaica como un palito con pelos y unos pigmentos con engrudo", añade. Virginia Torrente, comisaria independiente y autora de los textos sobre los artistas incluidos en el catálogo, resume así lo que representan los artistas elegidos por Ugalde: "Demuestra la libertad que tienen para atacar la pintura desde tres puntos de vista: Maíllo es el que, en apariencia, es más formal porque usa pincel y lienzo; Fernando afronta su trabajo desde planteamientos conceptuales en los que puede aparecer o no la pintura y usar otros medios, como la fotografía; Miren representa la pintura expandida".

El diálogo entre los jóvenes artistas y Ugalde se inicia con la obra de este último Gato ZZZZ, que forma parte de las Colecciones ICO y con el que arranca la exposición. Además, García, Doiz y Maíllo han elegido cada uno dos obras más del veterano pintor que también se exponen.

La propuesta de García que, en palabras de Ugalde, "no es pintor pero se hace llamar así" podría calificarse de instalación, pero su realidad es más compleja. "La referencia conceptual es ineludible en su obra, y el soporte utilizado en cada momento se pliega a lo que quiera contar: fotografía, escultura, instalación, vídeo, dibujo y pintura, según lo que venga más a cuento", explica Torrente. En esta ocasión, la pintura está presente, por ejemplo, en una pila de lienzos plegados y también en la mitomanía personal del autor, que viajó a Estados Unidos para visitar la tumba de Jackson Pollock y el estudio de Rothko y allí recogió objetos que luego incorporó a las piezas que expone, junto con fotografías de aquellos lugares.

Doiz se define como "una pintora muy impulsiva" y es, probablemente, esa impulsividad la que en algún momento la hizo salirse del lienzo y seguir pintando en la pared, luego en el suelo, y en todo lo que se le pueda ocurrir. "Miren lleva la pintura al espacio", dice Ugalde. La artista navarra asegura que la pintura es algo "inherente" al ser humano, y que la historia no le pesa ni le paraliza. Cita como héroes a una lista que incluye a De Kooning, José Guerrero, Gordillo, Jessica Stockholder, Cy Twombly, Clifford Stillo De Staël. "Y, por supuesto, Picasso", termina.

El más joven del grupo, Maíllo, no se sale del lienzo, pero pinta de un modo visceral "y sin prejuicios", según Ugalde. Como Doiz, tampoco se deja intimidar por el pasado: "Hombre, pesa cuando entras en él, cuando haces un viaje a Roma o a Estados Unidos. Pero pesa a nivel emocional, como un encuentro con un familiar", asegura. "Yo, con el pasado tengo un diálogo. Me digo: voy a pintar un cuadro como lo haría Velázquez". Que un artista de 26 años se mire en Picasso, Goya o el citado Velázquez y siga, en 2011, dándole vueltas a la pintura, ¿no es la mejor prueba de que esta sigue más viva que nunca?

¡A vueltas con la maldita pintura! Exposición de obras de Miren Doiz, Fernando García y Maíllo con Juan Ugalde en MUICO hasta el 19 de febrero. Zorrilla, 3. Entrada gratuita.

Miren Doiz, Maíllo y Fernando García, los tres artistas elegidos por Juan Ugalde (a la derecha) para una muestra sobre pintura.
Miren Doiz, Maíllo y Fernando García, los tres artistas elegidos por Juan Ugalde (a la derecha) para una muestra sobre pintura.ÁLVARO GARCÍA

Calambres y LSD

Afirma el pintor Juan Ugalde que del arte en general, pero en particular de la pintura, le gusta el "calambrazo": "Ese irracional escalofrío que sucede algunas veces mirando un cuadro. Y más aún, claro, cuando el calambrazo es más intenso y llega a la categoría, muy de cuando en cuando, de terremoto íntimo". Ugalde, elegido por MUICO para su primera exposición de apadrinamiento de jóvenes artistas, asegura en el catálogo de la muestra, titulada ¡A vueltas con la maldita pintura!, que "da vértigo" pensar en todo lo que se ha hecho desde hace miles de años en esta práctica que, a diferencia de otras facetas, ha permanecido casi inalterada desde el inicio de los tiempos. Ugalde propone una nueva ordenación de la historia de la pintura que se salta la cronología: "Yo, por ejemplo, empezaría por Millares mucho antes que por Altamira; luego Miró y Velázquez; unos siglos después Brueghel y Picasso; quizá en torno al XVIII Polke y El Bosco; en el XX, sin duda, Seurat y Giovanni Bellini. Especialmente a Bellini lo haría coincidir con la época del LSD. Quizá para el fin de siglo situaría al arte egipcio y, finalmente, la pintura china de la dinastía Tang".

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