Rajoy huye de la campaña de ETA
El candidato asegura en su única visita a Euskadi que no hará el juego a Amaiur
Que ETA quede fuera de la campaña electoral, que no sea objeto de debate y que no esté presente en las intervenciones públicas de los candidatos del PP. Los dirigentes populares vascos saben que solo deben hablar lo justo de la organización terrorista, y sobre todo deben evitar seguir la estela de los comunicados de ETA.
Ayer, Mariano Rajoy en Vitoria, su única visita al País Vasco de la campaña, predicó con el ejemplo y siguió su estrategia para asegurar que defiende "la libertad, que por encima de los derechos no hay nada y que el terrorismo es el enemigo". Las generales de la ley, a las que añade que "las víctimas son nuestra referencia, les debemos muchísimo y las tendremos en cuenta siempre". Y en referencia a ETA, que "lo único que nos importa es la disolución irreversible para que acabe esto. No tengo más que comentar y no le voy a hacer la campaña a nadie. Lo demás será ley y Estado de derecho".
El líder del PP juguetea con nombres de posibles ministrables
Apenas unos minutos tras los que pasó a hablar de la crisis económica, del paro y de Europa. Una situación impensable hace bien poco, ante un auditorio de concejales y dirigentes del PP, que hubieran escuchado hablar sobre todo de la lucha contra el terrorismo. Es una estrategia con la que discrepan los miembros de los sectores más duros del PP, empezando por el expresidente José María Aznar, que no pierden ocasión para incluir el terrorismo en sus intervenciones, con las cantinelas del precio político y las dudas sobre el final de ETA.
La estrategia del PP ha cambiado y el propio Rajoy eludió el asunto el lunes en el cara a cara con Rubalcaba. Dirigentes del PP vasco explicaban ayer que el último comunicado de ETA busca solo reforzar la posición electoral y que, por eso, sería un error entrar en ese juego y hacerles la campaña. A los populares les preocupa que la izquierda abertzale tenga grupo propio porque eso les permitiría mayor capacidad de iniciativa y porque anticiparía una situación complicada en el futuro Gobierno vasco.
El equipo de Rajoy entiende también que lo que menos le conviene es quitar el foco de la campaña de la crisis. Por eso, aseguran que no es casual el intento de provocar a través de Felipe González y Alfonso Guerra, entre otros, el debate público sobre el final del terrorismo. El PP lo ha eludido también porque entiende que es el único campo en el que Rubalcaba puede exhibir logros, tengan o no traslado en las urnas.
"La paz con libertad no tiene mejor garantía que la sensatez de Rajoy", dijo Antonio Basagoiti en el mismo acto, después de Rajoy.
El líder del Partido Popular siguió jugueteando ayer, además, con los nombres de los candidatos, dando lugar a especulaciones sobre ministrables. Ayer se detuvo en el cabeza de lista por Bizkaia, Leopoldo Barreda, del que dijo que está llamado a "desempeñar un papel muy importante en la próxima legislatura". Hasta ahora ha hecho eso mismo con Soraya Sáenz de Santamaría, Ana Mato, Miguel Arias Cañete, Alberto Ruiz-Gallardón y José Manuel Soria, y ahora Barreda. Rajoy empieza a disfrutar del placer del poder que aún no tiene y enreda con los nombramientos que hará si gana las elecciones del 20 de noviembre. No está claro que esté dando a entender que serán ministros, pero algunos de los citados sí se lo creerán y dormirán inquietos.
A su discurso repetido, por segundo día consecutivo, el líder de los populares incorporó un mensaje a Europa y sobre la capacidad de España para cumplir sus compromisos con el euro. Con una cierta desgana, porque anoche no parecía muy animado dando el mitin en Burgos. Un trámite más y un día menos de cabalgata triunfal que le queda a Mariano Rajoy.
NADA MÁS QUE COMENTAR
- Rajoy: "No hay nada más que comentar, no le haré la campaña a nadie. España necesita seriedad en la economía, pero también en este tema [el terrorismo], y por ello en el futuro trabajaremos las fuerzas políticas unidas. Lo demás es ley y Estado de derecho".
- "No solo debe dar la talla el Gobierno. Deben darla todos los partidos políticos, todos los agentes sociales y económicos, y también los medios de comunicación".
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