Denuncia del Sergas a un sindicalista por revelar retrasos en ambulancias
La eliminación del turno de noche de ambulancias decidida por la Xunta el pasado verano provocó una fuerte contestación en las comarcas afectadas. En Marín, que perdió un servicio que atendía a sus más de 26.000 habitantes -ahora deben recurrir a las ambulancias de Pontevedra o Bueu- se sucedieron las protestas, que llegaron a su punto culminante con la denuncia de CIG de que tres víctimas de infartos que acabaron falleciendo habían tenido que esperar más de media hora para ser trasladadas al hospital. "Reto a la consellería a que nos lleve al juzgado si lo que decimos no es verdad", lanzó el portavoz comarcal del sindicato, Xabier Aboi, a finales de septiembre.
La Xunta recogió el guante y denunció a Aboi a la fiscalía de Pontevedra, que le citó para declarar ayer. La denuncia tiene la particularidad de que no se atiene a si lo dicho por Aboi era cierto o no, sino a una supuesta revelación de secretos. Aboi rechazó ayer declarar ante el fiscal. "Si se atreven, que sigan adelante con el farol", desafió, tras señalar que la denuncia de la Xunta se basó en "recortes de periódico".
Los muy sensibles datos que la Consellería de Sanidade quiere salvaguardar son únicamente, según Aboi, los tiempos de respuesta de las ambulancias y el resultado del servicio. "Marín no es Nueva York, los vecinos nos conocemos y sabemos quiénes fueron", apuntó, respecto a la identidad de las víctimas, que no reveló. Sí reconoció que el documento lo obtuvo la CIG a través de una filtración de la propia consellería, pero insistió en que eran públicos. Un portavoz del 061 declinó ayer realizar comentarios sobre la cuestión por estar "judicializada".
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