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ELECCIONES 2011 | Los mítines

Francisco Vázquez baja a la arena tras meses de desencuentros con su partido

El veterano Francisco Vázquez se ha enfundado en el papel de viejo profesor de escuela jubilado para su vuelta a la rueda mitinera, una vez reconciliado con su partido, el PSOE. En apoyo al ministro Francisco Caamaño, un novato en estas lides de encabezar la lista socialista al Congreso de los Diputados por la provincia de A Coruña, quien le precedió en ese cargo y estuvo en las Cortes durante casi 30 años, eludió cualquier estridencia en su mensaje para intentar movilizar al votante socialista. De los dardos al PP y sus líderes y los chascarrillos más políticos se encargó el candidato novel anoche en Cee, la localidad natal del ministro y adonde Vázquez, según se jactó, siempre se preciaba en acudir en épocas electorales desde que se encargó de "montar el PSOE en Galicia" en los albores de la Transición.

Y el tándem entre quienes se conocieron y se hicieron amigos en vísperas de estas elecciones, hace apenas 20 días, pareció funcionar. Si el PSOE saca para Rubalcaba a Felipe González y a Alfonso Guerra, en A Coruña es el exalcalde de la capital provincial el encargado de recordar la España de 1982, "con una crisis más grave si cabe que la de hoy, una tasa de paro del 23% muy por encima que la actual" y cómo los gobiernos socialistas, "con medidas muy duras", enderezaron el país. Al también exdiputado y exsenador, hoy retirado de la política activa, le tocó de recordar el pasado, los gobiernos socialistas de González, alertar de lo que está en juego en estas elecciones y también repartir consejos sobre el rumbo a tomar. "Habrá que acordar entre los partidos, buscar puntos de encuentro y dialogar para superar esta crisis entre todos", reclamó Vázquez, consciente, dijo, de que no es una reclamación políticamente correcta en plena contienda electoral. Fue la única salida de un guión ahora plagado de halagos al ministro, a quien, en vísperas de la campaña, había llegado a llamar "okupa" por considerarlo más nacionalista que socialista.

El veterano dirigente coruñés no pidió el voto, ni habló de vencer en las urnas, ni tampoco mentó al PP o a sus líderes. Fue a Caamaño a quien le tocó ese papel y el de repartir dardos contra Mariano Rajoy y su modelo en Galicia, dijo, Alberto Núñez Feijóo "y su gobierno de almas en pena que nunca tienen culpa de nada". Y Caamaño, que reivindicó que "el cimiento" que le une a Vázquez es "la defensa de la igualdad de oportunidades, de lo que huye el PP como de la peste", tiró de la religión para arremeter, ante el embajador de España en el Vaticano hasta hace apenas seis meses, contra los conservadores. "Rajoy, tras crispar durante ocho años, parece ahora la procesión de os caladiños", bromeó Caamaño, para quien el empeño del líder del PP en no aclarar su programa le recuerda a "un cura que esconde la penitencia bajo la sotana". "Pero Mariano, sal de la vía, que no es la luz lo que ves al final del túnel, sino el tren de la democracia", remachó el ministro-candidato antes de finalizar con un dicho popular en su tierra: "Gaviotas en tierra, marineros a la mierda".

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