Feijóo promete "blindar" el pacto sobre el AVE con el sucesor de Blanco

El tren de alta velocidad vuelve a convertirse en el mantra electoral del PP. Durante la campaña de las municipales, las denuncias sobre los incumplimientos del Ministerio de Fomento con el AVE fueron repetidas una y otra vez desde el Gobierno autónomo. Ayer, el presidente de los populares gallegos, Alberto Núñez Feijóo, volvió a agitar ese asunto en Ourense. En un acto -con desayuno incluido y ante un centenar de cargos del partido- celebrado en el Centro Cultural de la Diputación, se olvidó del discurso de la austeridad, en un edificio conocido por contar con 33 porteros para tres puertas. Las críticas contra las inversiones del Gobierno de España y la petición de dimisión del candidato del PSOE por Lugo al Congreso, José Blanco, ocuparon la práctica totalidad de los minutos de micrófono.

El caso de presunta corrupción del ministro es algo "pocas veces visto"

El ferrocarril centró el discurso. Y eso que en agosto aseguraba que el debate sobre los plazos e inversiones "se repite cada vez que hay elecciones", lo que en su opinión ya empezaba a ser "aburrido". A pesar de ello, no dedicó ni un minuto a otros temas. Durante un cuarto de hora criticó "las falsedades, la improvisación y las medias verdades" del Gobierno central en sus compromisos con la alta velocidad gallega. Y aprovechó para anunciar, seguro de que su partido ya tiene un pie en La Moncloa, que blindará el Pacto del Obradoiro con el próximo ministro de Fomento. "En los primeros cien días del nuevo Gobierno me comprometo a blindar la vigencia del Pacto del Obradoiro con el nuevo ministro o ministra de Fomento, hacer en plazo y pagar en plazo la alta velocidad a Galicia" dijo el líder del PP. En este sentido, aludió a las promesas al respecto de Rajoy -que nunca ha hablado de fechas-, y puso en duda, hasta en tres ocasiones, el compromiso presupuestario del actual Ejecutivo. El PP "no promete cosas que luego no puede hacer", dijo.

Durante una comida en Tui también aseguró que las infraestructuras hechas en Galicia por Zapatero "están sin pagar". El líder de los conservadores llevó sus críticas sobre la situación de las infraestructuras a todos los actos electorales de ayer. Incluso se llegó a preguntar cómo los representantes socialistas pueden "presumir de hundir el país". Para Feijóo, el pacto que unió su mano con la de Blanco "por el futuro de Galicia" en en julio de 2009, ahora hace aguas. "Tras la victoria del PP en Galicia" el impulso de la alta velocidad se retomó con la firma del pacto, dijo, pero "pese a que se respetó el primer año, se dilató el segundo". La relación entre el presidente de la Xunta y el ministro se calienta cada vez que se acercan unos comicios, a pesar de los breves momentos dulces que ambos vivieron desde que Blanco se hizo con Fomento. El presidente de la Xunta llegó a hablar de una posible Medalla de Galicia para el ministro.

Feijóo puso fecha en su discurso a un compromiso que extendió al resto de infraestructuras gallegas y es que, según el presidente gallego, la inacción de Gobierno central es absoluta. El pacto se ha incumplido por el "inmovilismo y la mala gestión del presidente del Gobierno, avalado por sus ministros". Y se refirió (sin nombrarlos directamente) a los dos últimos titulares de Fomento. Magdalena Álvarez, con su "inquina hacia Galicia", y Blanco.

Para el presidente popular hay "candidatos socialistas con mácula". Tras finalizar el acto, Feijóo dijo que Blanco le está haciendo un gran daño a la política, y que si militase en el PP ya no estaría en el Gobierno, ni en ninguna lista al Congreso de los Diputados. Feijóo se unió a otros cargos del PP que durante el día de ayer apuntaron hacia el ministro y también habló en A Coruña de una "situación insostenible" para el lugués. Allí insistió en que debe dar "un paso más y dimitir", al ser preguntando por las declaraciones del secretario de Organización del Partido Socialista de Cataluña, José Zaragoza, en las que pide explicaciones a Blanco. Para Feijóo, la supuesta implicación del alto cargo socialista a raíz de las declaraciones del empresario Jorge Dorribo debería aparecer en los libros de historia, porque es un caso que "pocas veces se ha visto en la democracia española".