James van Doren, el empresario que creó Vans para los patinadores
Sus zapatillas se convirtieron en 1966 en icono de la cultura juvenil de la costa oeste
Mantener el equilibrio sobre un patinete nunca fue una tarea especialmente fácil. Pero hubo un hombre que facilitó a los amantes de aquel artefacto, que se popularizó en California en los años sesenta, el poder volar sobre él como si fueran pájaros y al que sin duda muchos llorarán tras la noticia de su muerte. James van Doren, creador de la marca conocida popularmente como Vans, y con la que se identificó toda la cultura playera alternativa de la costa oeste estadounidense de aquella década, falleció el pasado 12 de octubre en su casa de Fullerton (California), víctima de un cáncer a los 72 años.
Van Doren, nacido en un pueblo de Massachusetts en 1939, era un ingeniero mecánico que trabajó junto a su hermano Paul durante una década para una fábrica zapatos deportivos en aquel Estado. A mediados de los años sesenta la empresa se mudó a California y los hermanos Van Doren decidieron mudarse con ella. Pero al poco de llegar a Aneheim James le propuso a Paul y a otros dos amigos renunciar a su trabajo y abrir su propia fábrica. Su idea era hacer zapatos deportivos pero con una suela mágica capaz de agarrarse a una pared y eliminar al distribuidor, fabricando y vendiendo ellos mismos su producto. Corría el año 1966 y el mundo del skateboarding acababa de arrancar. Los pioneros de aquel deporte descubrieron la marca, que en un principio diseñaba los zapatos a medida del cliente, y el boca a boca comenzó a correr.
En un principio no era un calzado excesivamente popular pero su estética, su logo y sobre todo su capacidad de adherencia lo convirtieron inmediatamente en el calzado predilecto de los adictos al monopatín, que además se identificaban entre ellos a través de los zapatos.
La marca fue creciendo poco a poco, pero el impulso mayor lo recibió gracias al cine y a Sean Penn. El actor, que en 1982 aún era un desconocido, vestía Vans en la película Aquel excitante curso, la primera película de Cameron Crowe, que catapultó a una nueva generación de actores hoy mundialmente célebres y con la que retrató la cultura adolescente de aquella época. Penn interpretaba a un surfero permanentemente colocado en un filme que hoy es considerado un clásico. Sus Vans, con un estampado de tablero de ajedrez, se pusieron inmediatamente de moda.
Pero la competencia de la producción de zapatos en China puso fuera de juego a la familia Van Doren, que acabó declarándose en quiebra y vendiendo su marca a precio de saldo. No obstante, James van Doren, que dirigió la empresa desde 1976 hasta 1984, siempre fue fiel a su creación: según su mujer, James calzó Vans todos los días de su vida.
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