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Crónica:ESPANYOL 0 - VILLARREAL 0 | FÚTBOL | 12ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Espanyol se pierde en el charco

Los blanquiazules empatan con un jugador menos frente a un Villarreal deprimido

Gorka R. Pérez

A pesar de que el diluvio mediterráneo decidió descansar en Cornellà-El Prat durante dos horas, al Espanyol se le hizo el charco más profundo de lo que esperaba. En medio, un Villarreal deprimido tras su eliminación europea tampoco decidió revolver demasiado las aguas.

La capacidad de asociación del Espanyol augura control, aunque no siempre eficacia. Es una de esas ideas bohemias. De ella participa el Villarreal. El equipo de Garrido ha perdido parte del toque cariñoso con el balón. La salida de Cazorla ha dejado solo a Borja Valero a cargo de demasiadas cosas. Dar salida a la pelota a la par que decidir el último pase requiere metros. A pesar de que el conjunto amarillo recuperaba a Bruno, la necesidad de apoyar en la salida recayó de nuevo en Valero, que perdía aire a cada paso.

ESPANYOL 0 - VILLARREAL 0

Espanyol: Cristian Álvarez; Javi López, Raúl Rodríguez, Héctor Moreno, Dídac; Sergio García, Forlín, Romaric (Baena, m. 77), Dátolo (Weiss, m. 49); Verdú y Álvaro (Thievy, m. 73). No utilizados: Casilla; Amat, Rui Fonte y Pandiani.

Villarreal: Diego López; Oriol, Gonzalo, Musacchio, Català; Mario, Hernán Pérez (Joselu, m. 89), Bruno, De Guzmán (Ángel López, m. 70); Borja Valero y Marco Rubén (Lejeune, m. 89). No utilizados: César; Wakaso, Gerard Bordas y Marcos Gullón.

Árbitro: Fernández Borbalán. Amonestó a Dídac, Gonzalo y Bruno y expulsó (m. 74) a Forlín por dos tarjetas amarillas.

23.417 espectadores en el estadio Cornellà-El Prat.

No es que estuviera sobrado de oxígeno el Espanyol, que trató de convencerse a sí mismo de que con el control de la pelota llega la recompensa. Con la baja de nuevo de Javi Márquez por lesión, Mauricio Pochettino decidió cambiar de renglón y abrir el campo con Dátolo, uno de esos extremos de zurda cerrada que hablan con acento argentino. De sus botas salieron los pocos regates del partido. Por detrás, Verdú trataba de encontrar espacio por el que ver la luz. La omnipresencia de Romaric le libera de doblar la mirada hacia su campo, algo que agradecen Álvaro y Sergio García.

El marfileño, recién llegado al club, no lleva el brazalete de capitán, pero poco le falta para hacerlo. Su dominio de la situación le ha convertido en un elemento estabilizador, necesario para calmar los nervios en situaciones desesperadas. Como una de esas en las que, de repente, te ves con un jugador menos. La rigurosa expulsión de Forlín tras cometer dos faltas tácticas propició la resurrección del Villarreal. El equipo de Garrido arrancó un punto sin necesidad de mayores intervenciones de Diego López, al que el Espanyol no ha logrado batir en los últimos ocho enfrentamientos.

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Sobre la firma

Gorka R. Pérez
Es redactor de la sección de Economía y está especializado en temas laborales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en Cadena Ser. Es licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco y Máster en Información Económica de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

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