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Entrevista:JAVIER MORO | Escritor

"Nunca he sido extremadamente ligón"

Pregunta.

El imperio eres tú. ¿Ya le tocaba el Premio Planeta?

Respuesta. No sé qué contestarle, porque es un juego al que uno se presta. Yo había firmado un contrato con Seix Barral y no quise saber nada. Supe que lo presentaban al final.

P. De los 601.000 euros, ¿qué va hacer con los 1.000 del pico?

R. Con los 600.000 yo quería irme a vivir a Estados Unidos o Nueva Zelanda, a algún país anglohablante, para que mis hijos aprendiesen inglés. Con los 1.000 del pico, me daré algún placer.

P. Pedro I, su protagonista, es mitad Don Juan, mitad Don Quijote. ¿En qué parte se ve?

R. Yo soy más Quijote. No soy más, me gusta más. No soy especialmente ligón, pero siempre me han interesado los temas sociales. Mis primeros libros eran muy marcadamente de denuncias.

P. El emperador de Brasil era "un apasionado de las mujeres, de los caballos y de la política". ¿Usted en qué orden tiene estas aficiones?

R. En el mismo, desde luego.

P. ¿De mujeriego cómo anda?

R. Yo no soy de los que van de copas, y nunca he sido extremadamente ligón, pero, oiga, a nadie le amarga un dulce.

P. Dado que toda novela tiene algo de autobiográfico, ¿se ve más en Sonia Gandhi, en Pedro I o en Anita Delgado?

R. Pues, a decir verdad, un poco en los tres. En Anita Delgado, por esa cosa aventurera. Se fue sin saber a dónde con 17 años; de Sonia Gandhi, el rigor, el deber, la seriedad. Y Pedro es un poco lo contrario: el pendón, el cachondo, el vividor.

P. Si Pedro I fue el icono de los liberales europeos, ¿cree que Rajoy debería empaparse su novela?

R. Sí, desde luego [ríe]. Aunque ya las luchas no son iguales. A Rajoy yo creo que le puede gustar, porque son asuntos de poder, conflictos entre lo que quieres y lo que puedes hacer. Y él se va a ver en esa tesitura muy pronto.

P. Ciento veinte hijos, de los que reconoció a una docena. Usted ha reconocido a dos. ¿Cómo estará la proporción?

R. No creo que tenga muchos más. Aunque es siempre una pregunta muy difícil de contestar [ríe]. Sobre todo para alguien que se ha casado tarde.

P. Tras el pollo que montó en India con El sari rojo, ¿ahora le retirarán el saludo en Brasil?

R. En India el pollo me lo montaron. Y en Brasil, no, pero habrá seguramente polémica. Acabé tan harto del pollo de Sonia Gandhi que quería escribir sobre alguien que no estuviera vivo. Los muertos no molestan. Y los abogados suelen estar muertos también. Aunque en todos los libros, que están basados en historias reales, he tenido problemas. El nieto del maharajá de Kapurthala me puso verde hasta en el Guardian.

P. Aquello fue su superventas, Pasión india. Si Penélope Cruz compró los derechos para ser en el cine Anita Delgado, ¿el maharajá debería ser Bardem?

R. Bardem sería estupendo. Pero Penélope no renovó los derechos y los compró otra productora. Pero no consiguieron el dinero. Es una película muy cara de hacer. Y lo que Bardem sería estupendo es un Pedro I. Clavado. Yo creo que los brasileños harán la película. Tienen dinero para hacer cine ahora, y esto es el mito fundacional de Brasil.

P. Con una beca se fue a vivir con una familia de esquimales. ¿Es lo más cálido que ha hecho?

R. Pues sí, fue cálido. Me adoptaron y todo. No entendían cómo un niño de 17 años podía estar solo tan lejos. Fuimos a cazar morsas con trineos de perros, y dormíamos sobre el hielo. Una experiencia fabulosa.

P. Un culo inquieto importante

R. Sí, sí. Tuve la suerte de tener un padre que trabajaba en una compañía aérea. Y nos quiso enseñar el mundo.

P. Es simpatizante del budismo, pero el dalái lama le dijo que no se convirtiera. ¿Se ha tenido que conformar con quedarse cristiano?

R. Mire, yo no soy religioso. Mi curiosidad por el budismo era para ver si encontraba algo que me hiciera religioso. Y no lo encontré en el budismo tampoco.

P. ¿Ha probado con Mahoma?

R. No, no. Eso, ni ganas [ríe]. Soy agnóstico.

P. Dijo que si se conocieran Sonia Ghandi y el dalái lama igual tenían una relación. ¿Les ha dado ya sus respectivos teléfonos?

R. ¿No serían la madre Teresa y el dalái lama? Cuando trabajé en el guion de la madre Teresa me decían que la dificultad de ese personaje es que no tenía contradicciones, que no se había acostado con el dalái lama, por ejemplo.

P. ¿Y Sonia Gandhi sí?

R. Pues Sonia Gandhi es otra especie de madre Teresa a su manera. Muy mandona y estricta. Y muy antipática. Es odiosa.

P. ¿Es superventas a su pesar o está encantado consigo mismo?

R. No, yo estoy encantado. Sería terrible decir lo contrario. Estoy encantado, porque, además, puedo vivir de esto, y bien. Y es un trabajo apasionante. Y, además, eres libre. La literatura es la libertad.

Javier Moro, premio Planeta 2011, rodeado de planetas, en la Casa de América, de Madrid.
Javier Moro, premio Planeta 2011, rodeado de planetas, en la Casa de América, de Madrid.CLAUDIO ÁLVAREZ

Perfil

Tiene 56 años y dos hijos, se crió entre escritores, y ello hizo que no fuera ni diplomático ni piloto, sino que acabara como varios de sus familiares, entre otros su tío, Dominique Lapierre. Además de "viajar, husmear y buscar historias", le gusta no hacer nada, estar con sus hijos, el mar, navegar, cocinar y pintar acuarelas. Le inspiran las grandes gestas, y siempre busca para sus libros "un trasfondo social; que no sean solo entretenimiento".

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