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CaixaBank considera "una buena idea" la creación de un 'banco malo'

Lluís Pellicer

La propuesta de un banco malo que agrupe los activos tóxicos de la banca se va haciendo hueco entre las entidades financieras. A esa idea se sumó ayer Juan María Nin, consejero delegado de CaixaBank, el banco de La Caixa, quien, en una reunión con analistas, aseguró que la creación de un banco malo le parece una "muy buena idea". Nin razonó que ese instrumento permitiría "tener una visión clara" y despejar "la incertidumbre y la volatilidad". No obstante, impuso una condición: que su ejecución sea "excelente", lo que requiere que "el precio de los activos que se aporten" sea "correcto".

CaixaBank presentó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sus resultados hasta septiembre, que arrojan un beneficio de 845 millones de euros, el 16,6% menos que en el mismo periodo del año pasado. El descenso se debe sobre todo a que la entidad que preside Isidro Fainé realizó unas fuertes dotaciones, de 1.953 millones de euros, para hacer frente a insolvencias. Entre ellas, hay 159 millones de euros que corresponden a las provisiones realizadas por la previsión del banco austriaco Erste Bank, participado en un 10,09% por CaixaBank, de cerrar el año con pérdidas a causa de su exposición a la deuda soberana de países periféricos de la UE y a la depreciación de activos en Rumanía y Hungría.

Cambio de tendencia

El resultado recurrente, el que resulta de su actividad ordinaria, ascendió a 921 millones, el 10,2% menos que el año pasado. El margen de intereses, que mide la actividad genuinamente bancaria, descendió hasta septiembre el 11,9% respecto al mismo periodo de 2010. Sin embargo, la tendencia bajista se invirtió durante el tercer trimestre del año, cuando el margen subió el 4,7% en relación con el segundo trimestre. Los dividendos de las participadas, además, subieron el 43,9%, hasta los 834 millones de euros.

La entidad sigue conteniendo la morosidad. La tasa de dudosos se sitúa en el 4,65%, frente al 7,15% del sector, con una cobertura del 65%, o del 139% si se tienen en cuenta las garantías hipotecarias. A pesar de que la tasa de morosidad de los promotores sigue siendo elevada, del 22%, la entidad ha reducido su cartera de préstamos a inmobiliarias en un 9,7%. Desde finales de 2008, además, los créditos a los promotores han caído el 21%.

La entidad reiteró ayer que el recurrente que genere hasta junio de 2012 bastará para alcanzar los 602 millones que le requiere la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en sus siglas en inglés). En un año, el banco ha incrementado su capital principal o core capital en casi tres puntos básicos, del 8,9% al 11,8%.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.
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