Detenido el empresario gallego que se quedó con ayudas en la bahía de Cádiz

El juzgado número 4 de Cádiz investiga la supuesta estafa cometida por el empresario gallego Alejandro Dávila Oubiña por haberse quedado con ayudas a la reindustrialización de la bahía de Cádiz, superiores a los 15 millones de euros, sin haber desarrollado los proyectos por los que recibió estas subvenciones. El empresario y otras dos personas más han sido ya detenidas en el marco de esta investigación desarrollada por el grupo de blanqueo de capitales de la Udyco (Unidad de Drogas y Crimen Organizado del Cuerpo Nacional de Policía) con sede en Sevilla, que mantiene desplazados en Galicia a varios de sus agentes. Este caso provocó la destitución el pasado verano del gerente del Plan Bahía Competitiva, Antonio Perales.

La operación policial fue adelantada ayer por La Voz de Galicia, que detalló el despliegue de investigadores en la ciudad de A Pobra do Caramiñal para detener a los tres empresarios de esta localidad coruñesa vinculados con la concesión de las ayudas para proyectos en la provincia de Cádiz. Se trata del primer resultado de la denuncia interpuesta en abril por la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta, que ya entonces, según desveló el consejero Antonio Ávila, se percató de la falta de solvencia de estos empresarios que habían obtenido hasta 15,5 millones de euros de ayudas a la reindustrialización para sus empresas Cádiz Solar Center, Soluciones Tecnológicas Ambientales y AquaAndalucia, además de subvenciones para impulsar un proyecto industrial en Alcalá de los Gazules que nunca llegó a funcionar.

Fue en el mes de julio cuando el Boletín Oficial del Estado publicó la resolución por la que el Ministerio de Industria pedía a los responsables de estas tres compañías la devolución de las ayudas, lo que ocasionó un enorme revuelo que terminó con la destitución de Antonio Perales, el gerente del Plan Bahía Competitiva. Este organismo era el encargado de atraer inversiones a la bahía de Cádiz y de asesorar sobre qué negocios debían recibir estas y otras subvenciones para su instalación en esta comarca. La Diputación, gobernada por el PP, reveló que Perales trató de influir a favor de estos empresarios gallegos y de los proyectos de Alcalá.

Días después Perales admitió que se creyó a Dávila Oubiña y su línea de negocios. "Yo lo conocí porque quería producir pulpo en Almería y quería invertir en Cádiz. Conocí sus instalaciones en Galicia y le creí. Asumo la responsabilidad de fiarme de una golfería de empresa", llegó a decir. Ahora Perales ya está jubilado.

La operación policial contra Dávila Oubiña contrasta con las últimas noticias sobre la situación de sus proyectos. Varias fuentes sostenían ayer que el empresario gallego había llegado a acudir personalmente al Ministerio de Industria para comunicar su intención de devolver el dinero, algo que corroboró el propio Perales en agosto. El juzgado número 4 de Cádiz ha dictado secreto de sumario. La Fiscalía de Cádiz y el grupo Udyco del Cuerpo Nacional de Policía coordinan la investigación. Está previsto que los tres detenidos pasen hoy a disposición judicial en los juzgados de Ribeira.