Un espectáculo dantesco
Solo pretendo añadir un botón de muestra al mundo de paradojas y miserias que rodean al servicio público de salud que, al menos en la Comunidad de Madrid, deja mucho que desear.
En los últimos 15 días he tenido que llevar a mi madre, de 88 años, en dos ocasiones al Servicio de Urgencias del hospital de La Princesa de la capital, donde unos magníficos profesionales sanitarios hacen lo que pueden por sobrevivir a un sistema arcaico e insoportable para pacientes y familiares. En la primera ocasión la espera para ser diagnosticada e ingresada en Observación fue solo de 12 horas. Este pasado puente, la espera ha llegado a 13 horas. Tiempo este que una paciente de 88 años ha de pasarlo en sillas metálicas incómodas, mientras sube la fiebre y no cesa el malestar.
Dantesco y dramático espectáculo el de esta sanidad pública madrileña que "empuja" a los ciudadanos hacia la sanidad privada... al menos a aquellos que puedan costeársela. Y nada bueno nos auguran los tiempos de más recortes sociales que se nos avecinan.
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