Seducidos por el alce
La ropa para universitarios de la estadounidense Abercrombie llega a la 'milla de oro' con todo su 'chic'
La ropa estadounidense atrae a los españoles o, al menos, es lo que se deduce del éxito cosechado por la firma Abercrombie & Fitch, que ayer abrió al público su primera tienda española en la plaza del Marqués de Salamanca. Pese a lo desapacible del día, decenas de personas aguardaron con impaciencia la apertura de puertas del palacete en el que se ha instalado esta cotizada marca de ropa conocida por el alce que ilustra sus prendas.
Una vez iniciado el horario comercial, los clientes aguardaron estoicamente bajo la lluvia su turno para entrar. Acompañaban la espera dos apuestos jóvenes de los que suelen habitar en los catálogos de moda. Para quienes lograban atravesar el umbral, el cuidado marketing del estreno había colocado en la entrada a otro escultural joven con el torso desnudo y espaldas espectaculares que se prestaba a posar para la foto con el sector más entusiasta de los fans de la marca.
La tienda que Abercrombie ha instalado en la milla de oro de la capital tiene unos interiores idénticos a los de los establecimientos que la cadena posee en otros países. En esta ocasión se trata de tres plantas con ropa de hombre, mujer y niña. Los varones más jóvenes tendrán que esperar para poder enfundarse sus conocidas prendas de algodón. La oscuridad que imponen los decoradores de la marca obliga a palpar la ropa para encontrar lo que se busca. O acudir a alguno de los espectaculares jóvenes que ofrecen amablemente su ayuda. Una ayuda necesaria porque ver, lo que se dice ver, nada de nada. La colección de esta temporada está invadida por el rojo y el azul en prácticamente todas las prendas; desde camisas tipo leñador a jerséis, chalecos o pantalones. Uno de los aspectos que llamaba la atención es que tanto vendedores como modelos, muchos de ellos llegados desde EE UU, Japón, Dinamarca, Italia o Alemania, luciesen las populares sandalias de la marca con los pies al descubierto.
La firma se fundó en el siglo XIX, pero hasta la década de los noventa no se produjo su despegue internacional. Un 10,5% de la ropa que vende en todo el mundo se adquiere a través de Internet. Su público objetivo oscila entre los 15 y los 22 años, aunque ayer en el Palacio de las Aguas había muchos que superaban con creces esa edad.
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