Las elecciones crispan el debate parlamentario
La campaña electoral, aun antes de comenzar formalmente, contagió ayer el debate de todos y cada uno de los asuntos en el Parlamento, donde la palabra "mentira" fue la más invocada y las medias verdades -en esa estrategia dialéctica de soslayar el punto concreto atacando por la tangente con otros datos-, las más frecuentadas. Los tres grupos solo se conciliaron en dos instancias: a la Xunta, para que combata el melanoma con políticas preventivas, y al Ministerio de Fomento, para que priorice las conexiones ferroviarias con los puertos. Todo lo demás fue pelea y en un tono que la presidenta, Pilar Rojo, recriminó para recabar cortesía y respeto que se supone deben presidir los usos parlamentarios.
Pero la primera obligación de la Cámara, subrayó el líder socialista, Pachi Vázquez, es decir la verdad. "El presidente miente", añadió. Se refería al número de imputados de la Xunta en casos judiciales abiertos, que son 13 pero ninguno del Gobierno, le precisó Feijóo. En los grandes números de la situación socioeconómica -inversiones, deuda, paro, facturas que no se pagan...-, que empezó a plantear Carlos Aymerich (BNG), ya es mucho más difícil aclarar nada. Son como ingredientes de ensalda. Para el PP, todos los males remiten a incumplimientos y malas políticas del anterior bipartito y del Gobierno de Madrid: los 434 millones anuales que hay que devolver hasta 2016, otros 500 millones del sistema de financiación autonómica que el Gobierno no anticipa...
El Ejecutivo central, en cambio -se supo ayer- carga con el 73% del gasto nuevo en dependencia. Pese a ello, la Xunta ha reducido en 2010 en un 80% de media los presupuestos que reciben los ayuntamientos para el programa de asistencia a domicilio para dependientes, según la socialista Beatriz Sestayo. Este programa forma parte del plan concertado que financian el Gobierno central y la Xunta e incluye otros (desarrollo del pueblo gitano, atención a inmigrantes, prevención de violencia en las aulas...) igualmente devaluados. La viceportavoz popular, Marta Rodríguez Arias, culpabilizó al Gobierno socialista de ese "reajuste presupuestario" de la Xunta, ya que redujo en un 10% los fondos que destina al plan. Otra "mentira", según Sestayo, y en todo caso, "¿por qué el recorte de la Xunta es del 80%?", preguntó la diputada socialista.
No hubo forma, por lo demás, de saber cuándo se van a licitar 18 nuevos centros de salud anunciados desde hace dos años. La Xunta tiene una "firme voluntad" de hacerlo, respondió al fin, entre otra mucha hojarasca, la conselleira de Sanidade, Pilar Farjas. Pero las obras no figuran en los Presupuestos del próximo año.
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