Las cuatro ciudades de un poeta

La memoria amorosa es una promesa cumplida. La publicación de la obra póstuma de Carlos Edmundo de Ory, editada por Visor, fue la petición que el poeta gaditano le hizo a su amigo Jesús Fernández Palacios en el último encuentro que tuvieron antes de que él muriera. "Me entregó los papeles, me pidió que me ocupara de revisarlos, que buscara un editor y que los publicara", recordaba ayer Fernández Palacios. Él es el encargado de prologar esta obra en la que el escritor, fallecido hace casi un año, retrata las cuatro ciudades que marcaron su vida: Cádiz, Madrid, París y Amiens. "Es una cartografía poética", subraya el prologuista.

El mapa de Carlos Edmundo de Ory se ribetea de oro en el sur de España, en Cádiz, el lugar donde nació. Allí pasó su infancia y adolescencia. De allí son sus recuerdos más felices. Y esa desbordante nostalgia permite alegorías y derroches casi fantásticos.

Tras la muerte de su padre se trasladó a Madrid. Son sus peores momentos. Se encontró una capital gris y mediocre, marcada por el franquismo y las cartillas de racionamiento. Aun así, conoció el ambiente de las tertulias e hizo amigos, como Eduardo Chicharro, con los que inventó el Postismo, la vanguardia que animó varias revistas en plena dictadura. En 1955, harto del gris, buscó otros colores en París. Ejerció de profesor y descubrió la libertad. En 1990 cambió París por la ciudad francesa de Amiens, donde residió con la que hoy es su viuda Laura Lacheroy.

El repaso de su mapa vital está resumido en 51 textos. Hay prosa poética, poemas en prosa, microrrelatos y crónicas periodísticas. La presentación de la obra se ha hecho en unas jornadas dedicadas a él cuando se está a punto de cumplir el primer aniversario de su muerte.

La publicación de La memoria amorosa es uno de los primeros resultados de la Fundación Carlos Edmundo de Ory, que nació en diciembre. La idea de la fundación es organizar pronto un congreso sobre el poeta que sirva para presentar toda su colección epistolar, sus libros y sus objetos personales. Antes se festejará su cumpleaños, el 27 de abril, con la inauguración del busto que le ha preparado el escultor gaditano Luis Quintero, bajo el cual se depositarán sus cenizas. Estará ubicado en la Alameda de Cádiz. En el pedestal solo estarán sus huellas y, en un banco, estará él. Como si hubiese saltado para saborear mejor la ciudad que tanto amaba.