A cal y canto

Hay detalles aparentemente intrascendentes que a veces se utilizan para examinar a un equipo. Ahora mismo hay uno en el Barça que expresa la atención que los técnicos ponen en el cuidado de la portería. La expedición azulgrana viajó ayer a Praga con tres guardametas. Al titular Valdés y al suplente Pinto se ha sumado Oier, arquero del filial, para no correr riesgos ante cualquier imprevisto, de acuerdo con la argumentación del club. Fue el propio entrenador, Pep Guardiola, quien ayer anunció que a partir de ahora, siempre que viajen por Europa lo harán con tres porteros.

Equipo ofensivo por excelencia, el Barça se esmera en la defensa de su portería. Le avalan los números, y más ahora cuando suele formar con una zaga de tres, sobre todo en los partidos de casa: no pierde un partido desde el 30 de abril en Anoeta (suma 22 jornadas invicto); no ha encajado ningún gol en el Camp Nou en la Liga (26 a favor por 0 en contra) y solo ha recibido cuatro en sus cuatro salidas (dos en San Sebastián y dos en Mestalla) mientras que en la Champions quedó marcado por los tantos de Pato y Thiago Silva, en el primer y último minuto del choque con el Milan; y finalmente Valdés está a 38 minutos de batir el récord de imbatibilidad de Reina, que data de 1973.

El equipo busca que Valdés pueda batir hoy el récord de imbatibilidad de Reina

Miguel Reina mantuvo a cero la portería del Barcelona durante 824 minutos. Valdés suma ya ocho partidos, 787 minutos, sin recoger la pelota de la red. El último que le metió un gol fue Pablo, en la visita a Valencia, y desde entonces ya han transcurrido ocho partidos: Atlético, Sporting, Racing, Sevilla, Granada, Mallorca, Bate Borisov y Viktoria Plzen. El portero azulgrana aspira a conquistar su quinto Trofeo Zamora, que sería seguramente uno de los mejores colofones a una trayectoria excelente: 422 partidos lleva disputados, el quinto que más en la historia barcelonista, y en 195 dejó la portería a cero. Jugados 13 encuentros de Liga y Champions, solo ha recibido seis dianas.

Los barcelonistas han alcanzado una excelente solvencia defensiva a pesar de la ausencia de Puyol y Piqué, sus dos centrales titulares, campeones del mundo en Sudáfrica, ambos con problemas de lesiones ahora mismo resueltos y, por tanto, a disposición del entrenador. Guardiola se ha entregado a un trío que ha dado resultados excelentes: Alves, Mascherano y Abidal, los tres utilizados como centrales o, en el caso del brasileño y del francés, como laterales. Ya se sabía de la fortaleza de Abidal, incluso después de un tumor en el hígado que no le impidió disputar la final de Wembley, y del despliegue físico de Alves. La mayor sorpresa ha sido la adaptación al puesto de Mascherano,

El Jefecito ha seguido un proceso parecido a algunos mediocentros del Barcelona B. Volantes de cierre habitualmente, ejercen de centrales. "Hoy es el central más en forma del equipo", sentenció Guardiola cuando se le preguntó la semana pasada por Mascherano. No extraña por tanto que sea el más utilizado, especialmente en la Liga, y que sus números resulten admirables: ha recuperado la pelota 66 veces en los últimos cinco encuentros y únicamente ha concedido tres faltas. Anticipa, corrige y se prodiga incluso en recursos como el tackle para rebanar la pelota. Únicamente se le recuerda un mal rato en Mestalla cuando le tocó defender como central diestro a Mathieu y Jordi Alba.

Íntimo amigo de Messi, Mascherano evita que Valdés tenga que prodigarse en las salidas y ayuda también a los laterales. Tanto Mawxell como Adriano han contado con minutos de juego, una vez recuperados de sus lesiones, y solo Fontàs ha quedado algo rezagado después de su partido contra la Real Sociedad. Zagueros, medios y delanteros, el equipo entero aspira a que Valdés pueda batir hoy el récord de imbatibilidad en Praga en un equipo que tiene por costumbre jugar en la cancha del rival y tener unos porcentajes únicos de posesión del balón.

Admirado por sus centrocampistas, ahora los protagonistas son también los defensas y, naturalmente, Messi.