"Leo puede dejar de marcar"

Guardiola buscó en la ciudad deportiva sol y paz, convencido de que debía aislarse de todo para capear en calma el temporal si venía tormenta. Y ahí sigue, cómodo aunque ahora lluevan dudas sobre el equipo, con dos títulos ganados en el inicio del curso, en esa fase de la temporada en la que se ha de sembrar para recoger más títulos. "Ese es mi trabajo", admitió al tiempo que reconoció que cuesta pero que sigue buscando soluciones para crecer, dando vueltas a la tuerca porque, como dijo ya a principio de curso, necesita el equipo hacer más y mejor para seguir ganando.

"No me está costando que el equipo responda. Me costaría si fuéramos a Granada con aires de suficiencia y pensaran: '¿Qué coño hago aquí?'. No es el caso. Cuando no corres se nota porque te generan ocasiones", dijo antes de admitir que hay cosas que corregir.

"En cuatro años no hemos hecho nunca el ridículo", enfatiza el entrenador

"Encontraremos la manera de superar las exigencias", afirmó la víspera de jugar contra el Mallorca (20.00, Canal + Liga y GolTV), el día que recuperó para la causa a Puyol y Piqué, dos referentes, que encumbró a Mascherano como central -"a día de hoy, es el mejor que tengo en la plantilla"- y volvió a admitir las dificultades que plantea el reto de ganar el título de Liga por cuarto año consecutivo. En ese trance aplaudió a su equipo por la actitud y defendió visceralmente el derecho de Messi a llevar tres partidos seco.

"Messi es diferente de por sí, por lo que ha hecho, lo que hace y lo que hará", retó el entrenador cuando se le pidió cuentas de por qué jugaba siempre. "Messi te hace ganar los partidos cuando está a un nivel alto, medio y bajo. Por eso, siempre tienes que intentar hacerle jugar". Rotundo, avisó de que mientras esté en el banquillo él decide cuándo y cuánto juegan sus jugadores, en función de muchos parámetros, pero nunca pensando en si el jugador se enfada. "Si lo hace, tiene dos problemas: enfadarse y desenfadarse", recordó con naturalidad maternal.

A Guardiola se le instó a deshacer la madeja, ese supuesto debate sobre el estado de forma de Messi, y tiró del hilo con facilidad: "Eso es cosa vuestra: los debates, la opinión de la gente, las encuestas... Lo entiendo, pero no entro a valorarlo". Está tranquilo respecto a cómo lo lleva Leo: "Sabe la opinión de su entrenador, de sus compañeros y de la gente que le cuida. Conoce lo que significa estar arriba y abajo, lo lleva con naturalidad cuando mete dos o tres goles un día o cuando esporádicamente no hace un gol".

Recordó que no hay partido que Messi no genere ocasiones. "Y juego", resaltó. Los datos avalan la tesis del entrenador: el argentino acumula 10 de los 27 goles del Barça (el 37%), cinco asistencias de gol (29%), y 50 remates (34%). "Con todo el respeto, porque no he visto a Pelé o Di Stéfano, no encontraréis a un jugador que durante cuatro años haya tenido la regularidad de Messi, su capacidad mental competitiva y esa ambición cada tres días, dale que te dale. Puede dejar de meter goles, pero mal no juega nunca. Es superior a los demás. Tiene un don especial. La gente paga para verle a él y a algunos de sus compañeros, pero básicamente a él", recordó. Y cerró: "La noticia es que Messi no marca gol; cuando no marca en dos partidos es un debate, y a la próxima ya es una crisis".

Guardiola no parece preocupado. "Estamos a muy buen nivel. Estoy más que encantado. Nos va bien, muy bien, no lograr resultados tan abultados, porque confunde llevar 22 goles a favor y cero en contra. No estar precisos en el gol nos va bien, porque nos exige mejorar", convino.

El técnico reiteró que la normalidad no es ganar a Osasuna por 8-0 y admitió que una de las cosas a mejorar es el rendimiento fuera de casa -"el año pasado el problema lo teníamos en casa", recordó- y vaticinó que cuando se vacíe la enfermería el equipo alcanzará "el puntito" que le falta. Pero no tiene queja: "El tono es más que excelente, estoy más que satisfecho".

Recordó Guardiola que es responsabilidad del periodista mentir o decir la verdad, desmintiendo así informaciones que ayer apuntaban a un toque de atención al equipo después del partido en Granada. "No hemos hecho el ridículo nunca en cuatro años, nunca, y ese es el mayor valor que tiene este equipo porque se esfuerza y pelea". Así que consideró ejemplares a sus futbolistas, aunque no cayó en la autocomplacencia. "Tenemos que encontrar la manera de romper líneas defensivas. Es un desafío. Algo haremos. Estoy seguro de que lo conseguiremos, seremos más directos". El Mallorca es la primera prueba para ello.