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Reportaje:danza

El maratoniano bailarín y el artista del atletismo

Pista y teatro, medalla y aplauso, deporte y danza. Un encuentro entre Víctor Ullate y Chema Martínez

El cuerpo como símbolo de la superación, sea en el arte o en las pistas de atletismo, llevado hasta el límite con tal de lograr un sueño. Ese es el nexo que une al atleta Chema Martínez y al bailarín Víctor Ullate. Ambos tuvieron un cara a cara fugaz e inaudito cuando se encontraron en los Teatros del Canal, donde el coreógrafo maño reestrenó anoche su tribal espectáculo Samsara. El motivo de la visita: hablar de dos disciplinas que tienen más en común de lo que parece.

"En el deporte trabajamos para conseguir un objetivo, y lo hacemos con unos hábitos y disciplina. La hora y media de función de los bailarines es casi una media maratón, y si le sumas los nervios, que también se dan en el deporte, las sinergias los convierten en dos aspectos muy paralelos", explica Martínez, que no duda en sentarse con la compañía de Ullate para hablar de entrenamientos y carreras. "Todo lo que es movimiento es danza. Los nadadores van muy sincronizados, coger el balón y moverte por el campo es como bailar. Los bailarines son atletas de élite, solo que su ejercicio está en la música y necesitan pasar su sentir al que lo está viendo", le responde Ullate.

Ya no tienen nada que demostrar: el atleta madrileño ha estado con la selección de atletismo 34 veces, y el bailarín ya en 1989 fue premio Nacional de Danza. Por eso ahora ven con otros ojos el triunfo. "El triunfo eres tú, conseguir lo que quieres", dice Ullate. El atleta añade a la sentencia que "el atletismo tiene una cosa muy buena, que es buscar el límite, buscar el cien por cien. Si te sientes satisfecho no tienes sensación de fracaso aunque pierdas".

Ullate, a sus 63 años, lleva una vida poniendo el cuerpo al límite. Martínez, a sus 40, tampoco se queda atrás. En el caso de Ullate, forzar el físico le costó una lesión a los 21 años que por poco le retira de la danza. "Mi fuerza mental fue decirle al destino que no iba a poder conmigo. La vida me dijo que tenía que dejar de bailar, pero no lo permití", comenta el coreógrafo. El atleta no se ha visto nunca en una situación así: "Nunca he pensado en dejarlo. Realmente es en el momento en el que dejas de pensar en estar en lo más alto cuando debes plantearte la retirada".

Llevar los músculos hasta el extremo no se consigue sin algo en lo que ambos coinciden: una mente poderosa. "Puedes estar en buena forma, pero la mente es la que puede llevarte al fracaso o al éxito", dice el atleta. Ullate añade: "Un bailarín no puede tener debilidades, no puede tener miedos. Los miedos conducen al fracaso. A escena siempre hay que salir triunfador". El día a día cansa a veces, pero les acompaña el amor por lo que hacen. "Solo quiero volver a cruzar la meta con los brazos levantados", reta el atleta al bailarín, que responde orgulloso: "Yo puedo hacer bailar hasta a las piedras".

Samsara. Ballet de Víctor Ullate. Hasta el 6 de noviembre en los Teatros del Canal (Cea Bermúdez). Entradas: 18 a 28 euros.

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Ullate y Martínez durante un ensayo de <b><i>Samsara</b></i>.
Ullate y Martínez durante un ensayo de Samsara.GORKA LEJARCEGI

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