El Instituto Berggruen pide más unión fiscal y política en Europa

El Consejo del Siglo XXI, un grupo de presión organizado por el Instituto Nicolas Berggruen (NBI) y compuesto por una treintena de sabios, empresarios y líderes políticos de todo el mundo, ha advertido a los países de la zona euro que si no avanzan de forma decidida hacia su unión fiscal y política, el futuro del euro y el crecimiento mundial seguirán estando en grave peligro.

La reunión, celebrada durante dos días y presentada ayer a la prensa en un hotel de París, saluda los "necesarios e inevitables" acuerdos alcanzados anoche en la cumbre de Bruselas, pero advierte de forma clara: "Si Europa no profundiza mucho más en su integración, la deuda continuará impidiendo el crecimiento", y la consecuencia final será "el hundimiento del euro".

Nicolas Berggruen: "Hay una generación entera que necesita un presente"

El Erian (PIMCO): "El gran reto europeo es captar capital nuevo"

El consejo celebró especialmente que el Banco Central Europeo vaya a funcionar en adelante como "un prestador de último recurso", según ha declarado el nuevo presidente del BCE, Mario Draghi. El ex director del FMI, Rodrigo Rato, explicó que "es un paso muy importante hacia una mayor unidad", y sugirió que podría concretarse "introduciendo alguna enmienda a los tratados". Sobre ese hipotético retoque de los textos de referencia europeos, manejado por Alemania, el ex presidente español Felipe González se mostró ambivalente y sibilino, al margen de la conferencia de prensa: "La experiencia enseña que modificar los tratados podría llevarnos a un bloqueo de cinco años", alertó el político socialista, "pero quizá ha llegado el momento de que, si hay que tocar los tratados, se haga dejando fuera a aquellos que no quieren avanzar".

González definió la decisión de recapitalizar los bancos españoles con 26.000 millones con la expresión "muy Londres", aunque añadió que "no debe sorprender, ya que España había decidido previamente reforzar el capital de sus entidades". En cualquier caso, agregó, "será bueno estar muy atentos a la redacción de los detalles, que es donde está el diablo".

Entre los eruditos y líderes reunidos en París hubo además tres premios Nobel (Amartya Sen, Michael Spence y Joseph Stiglitz); ex jefes de Gobierno como el británico Gordon Brown, el alemán Gerhard Schröder, el brasileño Fernando Henrique Cardoso o el mexicano Ernesto Zedillo; empresarios de medios de comunicación como Arianna Huffington o Juan Luis Cebrián, consejero delegado de PRISA, grupo editor de este diario, y los fundadores de Twitter, Paypal, Linkedin o eBay.

El líder del fondo de inversión PIMCO, Mohamed El Erian, resumió el parecer general al trazar este balance de la cumbre: "A falta de conocer los detalles, se han dado tres grandes pasos hacia delante, pero queda todavía mucho por hacer, y hay dos grandes elefantes en la habitación que nadie ha tocado todavía: cómo va a crear Europa empleo y crecimiento, y cómo va a hacer su unión política y fiscal". Según El Erian, "el gran reto europeo es captar capital nuevo, porque si no los tipos de la deuda no bajarán y el crecimiento no llegará".

El fundador y financiador del NBI, Nicolas Berggruen, accionista y consejero de PRISA, informó de que las recomendaciones del consejo, destinadas a influir sobre los mandatarios del G20 que se reúnen la próxima semana en Cannes, serán entregadas en mano hoy al presidente francés, Nicolas Sarkozy, en el Elíseo.

Sobre la próxima cumbre, Berggruen explicó que, "para ser creíbles, los países más industrializados del mundo deberían salir de la reunión con una estrategia global que sirva para crear empleo y mejorar la justicia social, fortalecer la coordinación política global, y perfeccionar la capacidad de vigilancia y la independencia del FMI". "La gente está protestando en las calles de medio mundo", afirmó Berggruen, "se trata de una generación entera que necesita un presente y todavía no lo tiene. Hace falta más democracia, más debate, una visión a largo plazo mucho menos partidista, además de una mayor implicación de los países asiáticos y de las potencias emergentes en el gobierno económico global".

El grupo recomendó además al G20 crear un comité ejecutivo rotatorio que rinda cuentas al mundo sobre el grado de cumplimiento sus decisiones, como una forma de mejorar la responsabilidad en la toma de decisiones.