La inversión en los ejes ferroviarios andaluces supera los 6.200 millones

La decisión de la Unión Europea sobre los trazados de los corredores transcontinentales de transporte permite relanzar el proyecto del eje transversal andaluz, la llamada A-92 ferroviaria. Esta línea férrea de alta velocidad entre Sevilla y Almería a través de Antequera (Málaga) y Granada, considerada por la Junta como la actuación más vertebradora de la comunidad, ha visto su continuidad amenazada por la falta de financiación. En los últimos meses se ha llegado a suspender la ejecución de tramos ya contratados.

Ahora, al quedar la línea Almería-Sevilla incluida en la prolongación del corredor mediterráneo, el Gobierno español adquiere con Bruselas la obligación de ejecutarla antes de 2030. Además, para disponer de las ayudas financieras comunitarias -un fondo para toda la UE de 31.700 millones de euros- los proyectos constructivos deberán estar listos antes de 2020. El ministro de Fomento, José Blanco, anunció el pasado jueves que el propósito de España es que para esa fecha la mayoría de la red esté ya construida.

Cruz: "El trazado por el litoral sería incompatible con los usos turísticos"

Antequera será un importante nudo de comunicaciones y centro logístico

El Gobierno central asumirá el conjunto de la 'A-92 ferroviaria'

Varios tramos del eje transversal están parados por falta de financiación

La construcción de los tramos andaluces de los llamados corredores central y mediterráneo supondrá una inversión de, al menos, 6.200 millones de euros. En el conjunto de España, las actuaciones ferroviarias que contarán con apoyo comunitario están estimadas en 50.000 millones. De esta cantidad, los fondos de la UE cubrirán un máximo del 20%.

El hecho de que estos tramos queden incluidos en la red trans-

europea supone que el llamado eje transversal andaluz, hasta ahora sufragado mayoritariamente por la Junta, pasará a ser asumido íntegramente por el Gobierno central. Hasta el momento, el plan de actuación contemplaba que el Gobierno autonómico construía la línea de alta velocidad entre Sevilla y Antequera, mientras que el central asumía el trazado hasta Granada, actualmente en obras que en teoría estarán terminadas en 2013, y la extensión hasta Almería.

El tramo entre estas dos últimas ciudades es el más atrasado porque aún se encuentra en fase de estudios y hasta ahora ha planteado muchas dudas por las dificultades del terreno. El proyecto que el Ministerio de Fomento sacó a información pública en 2010 contemplaba un trazado de 160 kilómetros con numerosos túneles y viaductos de doble vía, con un coste estimado de unos 2.200 millones de euros que permitiría reducir el tiempo de viaje entre las dos capitales a 65 minutos.

Según los datos de Fomento, el trazado entre Antequera y Almería tendrá un coste cercano a los 2.885 millones de euros, mientras que otros 543 millones se emplearían en la adaptación del ancho ibérico en ancho internacional para la alta velocidad en las vías entre Antequera y Sevilla. El ministerio traza inicialmente el corredor de alta velocidad por Utrera, por donde discurre la actual línea convencional, y obvia el nuevo itinerario que la Junta diseñó entre Marchena y Sevilla a través del túnel de Los Alcores. La construcción de esta galería se ha tenido que suspender después de tener ya un tramo contratado por su elevado coste (700 millones para 49 kilómetros).

Además, la nueva línea dentro del corredor mediterráneo en la provincia almeriense entre la capital y Pulpí está estimada en unos 659 millones. Fomento contempla complementariamente unos 140 millones para la nueva estación de Almería, y otros 70 para mejorar la conexión ferroviaria con el puerto.

En el eje central, la actuación pendiente es la conversión en alta velocidad de la línea entre Antequera y Algeciras, con una nueva estación en Ronda, que se estima costará en conjunto unos 1.500 millones de euros, incluida la terminal en el puerto algecireño, el de más tráfico portuario de España, cifrada en unos 117 millones de euros. La línea de AVE central se verá además reformada con la construcción de un tercer carril, que permitirá el paso de trenes de mercancías de ancho convencional. El coste de este desdoblamiento en las provincias de Córdoba y Málaga no está incluido en la estimación de 6.200 millones de euros.

Para la Junta, la virtud del mapa diseñado por la Unión Europea es que permite que todos los puertos andaluces queden conectados por vía directa con los corredores principales, excepto el de Motril, que solo tendrá acceso por carretera. El diseño de los ejes transeuropeos ha causado un gran descontento al PP de Málaga porque el eje mediterráneo no pase por la capital. El PP quería que este continuara desde Almería hasta Algeciras por la costa, algo inicialmente descartado, aunque sí está previsto que se realicen los estudios sobre sus posibilidades.

La UE no ha contemplado el trazado por las costas de Almería, Granada y Málaga por lo costoso que resultaría por las dificultades geofísicas. A ellas se debe en buena medida que el litoral de Granada y Almería sea el único por donde la carretera N-340 no está aún convertida en autovía A-7. Cada kilómetro de carretera que se ejecuta en esta zona tiene un coste de entre 11 y 12 millones de euros, cuando la media de las autovías en España es de entre cinco y seis millones por kilómetro. "Lo importante es que los puertos estén conectados con el corredor, no que el corredor tenga que pasar por todos los puertos, porque además su trazado seguramente sería incompatible con los usos turísticos y agrícolas del litoral", explica la consejera de Obras Públicas, Josefina Cruz.

Como el de Málaga, los puertos de Huelva y de Cádiz tendrán acceso a los ejes transeuropeos por la línea de alta velocidad. Además, el diseño contempla que Antequera, eje donde se cruzan los dos corredores, sea un importantísimo nudo de comunicaciones, pues este papel de enlace se reforzará con la construcción de un gran centro distribuidor de mercancías, un parque empresarial y el que será el principal anillo de ensayos de trenes de alta velocidad de Europa.