Feijóo planea dejar sin terminar el complejo de la Cidade da Cultura
El presidente ultima la decisión de no ejecutar los dos edificios pendientes - Los Presupuestos de 2012 frenan en seco la construcción en el Gaiás
Los detractores de la Cidade da Cultura están a punto de salirse con la suya. Después de meses de reflexión, el presidente de la Xunta ultima una decisión que supondría el tiro de gracia al que debía ser el principal legado del largo mandato de Manuel Fraga, la de dejar inconclusa la obra del monte compostelano del Gaiás. La decisión, de confirmarse, afectaría a los dos edificios pendientes: el Centro de Arte Internacional y, sobre todo, el Teatro de la Ópera, concebido como el mascarón de proa del complejo cultural diseñado por el arquitecto estadounidense Peter Eisenman.
Alberto Núñez Feijóo y el conselleiro de Cultura, Roberto Varela, llevan semanas de sucesivas reuniones sopesando la posibilidad de concluir la obra en marcha, muy avanzada, y renunciar al resto. La iniciativa partió de la propia consellería, cuyos presupuestos están condicionados por las obligaciones que conlleva la ejecución de la Cidade da Cultura. Que la decisión definitiva podría estar tomada es una posibilidad que se sustenta en las propias cuentas de 2012, presentadas el jueves, en las que los fondos para obras y dotación de edificios se reducen a 7,9 millones de euros, 14,3 menos que este año y 26,8 menos que en 2010.La renuncia a emprender obra nueva en el Gaiás dejará el complejo en la Biblioteca y el Archivo, ya terminados, y en el Museo de Galicia, cuya inauguración está prevista para el próximo mes de mayo con una exposición, para quedar después vacío de contenido. A esos edificios se sumará también en 2012 el que albergará los servicios centrales de la Cidade da Cultura. Las cantidades que aparecen en los Presupuestos de la Xunta para el próximo año comprometen incluso el mantenimiento de lo ya ejecutado.
Los principales obstáculos para la renuncia son dos. De un lado, el hecho de que todo el proyecto pendiente está adjudicado, lo que se solucionaría mediante negociaciones con las empresas constructoras a las que se encargaron las obras para pactar una compensación económica. Del otro, la resistencia del nuevo alcalde de Santiago, Gerardo Conde Roa, del PP, y la eventual oposición del conjunto de la ciudadanía de Santiago. El debate en el Gobierno gallego se centra no tanto en si continuar o no como en la forma en la que se debe anunciar la renuncia
Roberto Varela lleva desde hace semanas sopesando la posibilidad de dejar la Cidade da Cultura inconclusa. En una entrevista a Radio Nacional de España, el pasado septiembre, el conselleiro apostó por "dejar de lado" la construcción del complejo para poder atender a las industrias culturales gallegas. "Hay que gestionar bien los pocos recursos disponibles", declaró entonces Varela, que calificó la obra del Gaiás de "no prioritaria". "No estamos atravesando buenos tiempos para continuar construyendo la Cidade da Cultura", añadió.
Forma de vieira
Constituido finalmente por cuatro edificios, contando con el menor de servicios centrales, el complejo final del Gaiás mutilaría el proyecto diseñado por Eisenman, que lo concibió como un conjunto que tendría desde el aire la simbólica forma de una vieira. La presión de los detractores de la Cidade da Cultura provocó ya en el anterior Gobierno de la Xunta un debate similar al que ahora afronta el de Feijóo. El bipartito presidido por Emilio Pérez Touriño, con la nacionalista Ánxela Bugallo al frente de la Consellería de Cultura, paralizó temporalmente las obras para reconsiderar el proyecto y acordar finalmente su reanudación con cambios, como el de rebajar las dimensiones y el presupuesto del Teatro.
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