Guía para ser feliz en Lisboa

"Es mi ciudad preferida en el mundo, por su luz, su poesía y su escala humana". El realizador Miguel Gonçalves Mendes describe Lisboa como "una mezcla de capital imperial y aldea". "Esa es su gran belleza. El mayor placer es descubrir sus rincones que nos transportan a otro mundo". Es una ciudad, dice, que permite elegir qué mundo queremos conocer: "Alfama y sus laberintos árabes, Belém quinientista, la Baixa y el Chiado novecentista, o el Parque de las Naciones y la modernidad".

"Lisboa está hecha para andar a pie o en tranvía", señala el director de José y Pilar, candidata portuguesa al Oscar a la mejor película extranjera en la edición de 2012. El 1 de noviembre se exhibirá en el Moma de Nueva York, en el marco de un homenaje a José Saramago.

Regla número uno de Gonçalves Mendes para las señoras que quieren pasear por la empedrada Lisboa: "No usar tacones". Sus primeras recomendaciones para visitas: "Las Ruinas de Carmo, no existe un espacio más cinematográfico y escenográfico. Aquí se ve el verdadero cielo de Lisboa. El interior de la iglesia de los Jerónimos al caer el sol. Es tal su belleza que se puede entender que algunos crean en Dios". Y algunos consejos más "para ser feliz en Lisboa": "Estar despierto cuando el avión aterriza. Comprar el Time Out Lisboa, que se puede leer en portugués. Pedir siempre tostadas de pan casero, beber café Delta, tener cuidado con los carteristas en los tranvías. Emplear una palabra portuguesa para recibir buen trato. Beber un oporto blanco con tónica a última hora de la tarde, comer como mínimo un pastel de Belém, ir una vez a la cinemateca, que tiene una de las mejores programaciones de Europa, y visitar la Moraría y su decadente centro comercial para palpar la Lisboa multicultural".