Fracaso del modelo de financiación público-privada

Cuando presentó los Presupuestos de 2011, hace justamente un año, Marta Fernández Currás logró tapar con lo que denominó "financiación específica" la caída de las inversiones de la Xunta. Pasaban de 1.250 millones a 804, pero a ellos les añadió 504 de inversión extrapresupuestaria para presumir del "mantenimiento del esfuerzo inversor". En realidad, una caída de más de 200 millones.

El recorte ha sido mucho mayor. De los 500 millones de inversión extrapresupuestaria, en su gran mayoría por el método de colaboración público-privada, la Xunta solo logró reunir 143. "Por distintas causas", se limitó a explicar la conselleira de Facenda. Según Currás, de esos 500 millones, 400 eran de colaboración con el sector privado, que adelanta la financiación y empieza a cobrar cuando entrega la obra, por lo que no computa como déficit. Han quedado sin adjudicar, por lo tanto, 257 millones de euros.

A la vista del fracaso de este modelo, contra el que advirtió el Consello de Contas por condicionar presupuestos futuros, la Xunta ha reducido sus previsiones en 2012 a 400 millones, en los que entran esos 257 que quedaron sin contratar. De esta manera, solo 143 serán para obras y proyectos nuevos.

Los Presupuestos incluyen un cuadro de contratos de colaboración con el sector público que reflejan claramente el impacto futuro de obras como el hospital de Vigo. Desde 2014, quien gobierne deberá pagar en torno a 46 millones de euros actualizables hasta 2033. Más de 1.000 millones, para un contrato de 325.