Arte con sabor a indignación

Hoxe comezamos a falar, la frase pronunciada por un joven portugués en una de las primeras protestas del movimiento de los indignados celebrada en Oporto ha servido de inspiración al artista luso André Guedes para desarrollar un proyecto expositivo que mezcla teatro y artes plásticas y que se presentó ayer en Santiago. En realidad, la iniciativa comenzó a diseñarse hace un año por parte de 19 alumnos del máster en Arte, Museología y Crítica Contemporánea de la Universidad de Santiago (USC), que actúan como comisarios de la exposición.

Guedes no tiene muy claro que la crisis económica y política que vive Europa en los últimos tiempos implique que el arte vaya a deshacerse de la dictadura del mercado a la que está sometido desde hace algún tiempo para apostar por propuestas más pegadas a la realidad. "Creo que en el arte sigue habiendo propuestas puramente formales pero al igual que en los periódicos hay más espacio para hablar sobre la crisis, es posible que también lo haya en las artes visuales", indica el artista, quien ya trabajó en Santiago en 2006 dentro del proyecto A cidade interpretada, cuando investigó sobre la figura de Eugenio Montero Ríos y consiguió que una estatua del político compostelano volviese a situarse en su emplazamiento original, en plena plaza del Obradoiro.

A Guedes no le interesa transmitir un mensaje al espectador

"En el arte estamos mal acostumbrados. Los recortes traerán oportunidades"

La memoria es un tema habitual en la obra de Guedes y en esta ocasión también está presente. La elección del Colegio de Fonseca para desarrollar el proyecto no es casual. Precisamente en 2011 se cumplen 75 años de la prohibición y expolio del Seminario de Estudos Galegos, la institución cultural galeguista que ocupó en los años finales varios espacios del colegio. Ahora, mucho tiempo después, nos encontramos de nuevo en un momento de confrontación entre la sociedad y los gobiernos.

El proyecto consiste, por un lado, en el diseño de una escenografía con objetos procedentes del Aula de Teatro de la USC y, por otra parte, en la realización de performances por parte de un grupo de actores de la universidad que llevan a escena textos de escritores y filósofos como Voltaire, Marinetti o Picabia. Guedes apunta que utilizar textos del pasado y volver a ponerlos en un primer plano de la actualidad es también un ejercicio "político" que forma parte de la filosofía del proyecto. "A lo largo de mi trabajo siempre me ha interesado hacer una especie de arqueología de textos que han pasado de moda o ya no llaman la atención", explica Guedes. Extractos del Tratado sobre la tolerancia de Voltaire, el Primer Manifiesto Político de Marinetti o el Manifiesto Caníbal Dadá de Francis Picabia, son algunos de los textos elegidos. Estas lecturas abordan temas cercanos y relacionados con la moral, el individuo y los valores en los que podemos sentirnos (o no) reflejados. A Guedes no le interesa transmitir un mensaje al espectador sino convertir esas lecturas en espejos donde cada persona pueda ver algo distinto.

Vanesa Iglesias y Luis Rodríguez son dos de los jóvenes comisarios de la muestra y destacan que la experiencia de trabajar en un proyecto con tantas personas implicadas ha sido mucho más satisfactoria de lo esperado. "Me parece destacable que hayamos podido organizarlo todo entre una veintena de personas que no nos conocíamos previamente", indica Rodríguez, mientras que Iglesias apunta que el proyecto está "muy trabajado". Ambos jóvenes, que dan sus primeros pasos en la actividad artística, ven complicado el futuro en un ámbito en el que la crisis también ha golpeado con fuerza, pero a la vez encuentran motivos para el optimismo. "En el mundo del arte estábamos muy mal acostumbrados. Tal vez los recortes traigan problemas pero también oportunidades. Por ejemplo, antes sucedían cosas como que determinadas instituciones gastaban 50.000 euros en una publicación que iba a ser muy poco leída. Ahora este tipo de cosas va a ser más difícil justificarlas", señala Rodríguez.

Agar Ledo, profesora del máster de la USC e implicada en el proyecto, explica que para los alumnos ha sido muy interesante trabajar conjuntamente en una iniciativa que se aleja de los formatos más habituales y supone nuevos retos para los jóvenes comisarios. "Una exposición de este tipo exige más trabajo, tanto teórico como práctico, que una muestra convencional", indica Ledo. Las performances se realizarán los jueves, viernes y sábados hasta el próximo 30 de octubre. Cuando los actores no estén presentes, el público podrá ver las dos salas en las que se desarrollan las actuaciones con una cuidada escenografía. Los indignados ya no están en las plazas pero su influencia se deja sentir en campos como las artes plásticas que se hacen eco de su filosofía y vuelven a situar a la palabra en el centro de la escena.